Título original: Warrior. Año:
2011. País: Estados Unidos. Género: Drama, Acción. Director: Gavin O’Connor. Guionistas: Gavin O’Connor, Cliff
Dorfman y Anthony Tambakis. Intérpretes:
Joel Edgerton, Tom Hardy, Nick Nolte, Jennifer Morrison, Liam Ferguson, Frank
Grillo, Kevin Dunn, Bryan Callen, Noah Emmerich.
Warrior, un drama deportivo sobre dos hermanos, Tommy (el ascendente
Tom Hardy) y Brendan (Joel Edgerton), que por distintas razones acaban
compitiendo en un importantísimo torneo de artes marciales mixtas, llegó a
nuestras pantallas tras el triunfo de varias producciones aparentemente
similares (Million Dollar Baby, The Fighter).
Pero las similitudes con las
películas mencionadas, o con otras tan estimables como El luchador (The Westler), se queda ahí: en la temática. Y a veces
ni eso. Además, Warrior es mucho más
seca y directa (aunque su duración supere las dos horas) que todas ellas. Nick
Nolte, que interpreta al padre de nuestros protagonistas, logró una nominación
al Oscar en la categoría de mejor actor de reparto, pero lo cierto es que todo
el reparto realiza una labor encomiable.
Un reparto de lo más competente,
una historia algo tópica pero eficaz (y funcional) y un director que sabe
afrontar con inusitado talento las escenas más complejas (resuelve con
muchísimo tino cada una de las secuencias de acción) son los grandes alicientes
con que cuenta Warrior. Estamos ante
un trabajo interesantísimo que nada tiene que envidiar a las cintas que citaba
al inicio, pero que, lamentablemente, no consiguió calar de la misma manera en
la audiencia. Por ello también se podría decir que Warrior es un largometraje a recuperar y reivindicar.
Lo mejor: Los actores y el trabajo de dirección.
Lo peor: Su escasa repercusión.
Puntuación: 8/10.
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