Título original: The Exorcism of Emily Rose. Año: 2005. País: Estados
Unidos. Género: Drama, Terror. Director: Scott Derrickson. Guionistas: Scott
Derrickson y Paul Harris Boardman. Intérpretes:
Jennifer Carpenter, Tom Wilkinson, Laura Linney, Colm Feore, Campbell Scott, JR
Bourne, Mary Beth Hurt, Shohreh Aghsashloo.
Emily Rose (Jennifer Carpenter)
fallece mientras se le realiza un exorcismo. A partir de ese momento somos
testigos de los sufrimientos de la joven a través de varios testimonios reflejados
en el juicio por homicidio que se realiza contra el padre Richard Moore (Tom
Wilkinson). La abogada Erin Bruner (Laura Linney) se encargará (a
regañadientes) de su defensa, hecho que pondrá a prueba su falta de fe.
El exorcismo de Emily Rose sabe
moverse con soltura entre el cine de terror clásico (con sustos, sangre y
golpes de sonido incluidos) y otro más enfocado al público adulto. Y lo hace (al
menos en parte) gracias a su solvente reparto (Linney y Wilkinson siempre
cumplen; Carpenter no desmerece) y a esa trama judicial que centra casi toda la
historia (lo de que esté basada en hechos reales habrá que cogerlo, como casi
siempre, con pinzas). Scott Derrickson (Sinister)
sale airoso a la hora de lograr cierto equilibrio entre lo que vendría a ser un
drama judicial de los de toda la vida y otra de tantas cintas de posesiones
demoníacas.
Conviene hacerse eco de su eficaz fotografía, de su efectista (pero efectiva)
banda sonora y sobre todo de cómo nos hace partícipes de las visiones de Emily,
pero también de algunas pequeñas pegas, como por ejemplo el abuso que hace de
ciertos tópicos (religión versus ciencia) o lo mal desarrollados que están
algunos personajes (me viene a la cabeza el jefe de Erin). Minucias para una
película de exorcismos que está por encima de la media.
Lo mejor: Su reparto.
Lo peor: Acumula tópicos.
Puntuación: 6/10.
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