Título original: Kevin Can Wait. Año: 2016. País: Estados Unidos. Género:
Comedia. Director: Andy Fickman. Guionistas: Kevin James, Bruce Helford
y Rock Reuben. Intérpretes: Kevin
James, Erinn Hayes, Taylor Spreitler, Mary-Charles Jones, James DiGiacomo, Ryan
Cartwright, Leonard Earl Howze, Gary Valentine, Lenny Venito.
Nueve años han pasado desde que
terminara la anterior gran aventura televisiva de Kevin James, la exitosa, al
menos en Estados Unidos (recordemos que se mantuvo en antena durante nueve
temporadas), El rey de Queens (The King
of Queens). Ahora, y tras participar en infinidad de comedias para la gran
pantalla, la mayoría como mera comparsa en subproductos al servicio del siempre
insufrible Adam Sandler, regresa al medio que lo hizo popular con otra sitcom fabricada como vehículo estelar
para su persona.
En Kevin Can Wait interpreta a un policía retirado que decide pasar más
tiempo con su mujer (Erinn Hayes) y sus tres hijos (Taylor Spreitler, Mary-Charles
Jones y James DiGiacomo), lo que le hará darse cuenta de todo lo que se había
perdido hasta ese momento. Andy Fickman, quien ya había trabajado con nuestro
protagonista en Superpoli en Las Vegas (Paul
Blart: Mall Cop 2), es el encargado de dirigir este primer episodio.
Kevin Can Wait llega para unirse a esa larga lista de sitcoms familiares tan zopencas como
blandas, a la cabeza me vienen títulos como Un chapuzas en casa (Home Improvement), El mundo según Jim (According to Jim) o la ya mencionada El rey de Queens, y que tanto éxito
suelen tener en su país de origen (la que nos ocupa reunió a más de once
millones de espectadores en su estreno). Todas ellas tienen en común otra cosa:
parecen fabricadas para el lucimiento de sus “estrellas” masculinas. El
problema es que no hay nada en esta nueva comedieta que la haga sobresalir del
resto. Más bien todo lo contrario. Nos encontramos con más de lo mismo: chistes
tontos y zafios aptos para toda la familia y, sobre todo, para fans del humor facilón
de James y compañía.
Lo mejor: La soltura de James dentro del género.
Lo peor: Es otro terrible subproducto familiar sin chicha ni gracia.
Puntuación: 3/10.
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