Título original: Nip/Tuck. Años:
2003-2010 (6 Temporadas). País:
Estados Unidos. Género: Drama, Intriga,
Comedia Negra. Creador: Ryan Murphy.
Intérpretes: Dylan Walsh, Julian
McMahon, Joely Richardson, John Hensley, Roma Maffia, Kelly Carlson, Linda
Klein, Valerie Cruz, Bruno Campos, Jessalyn Gilsig, Famke Janssen, AnnaLynne
McCord, Julie Warner, Vanessa Redgrave, Portia de Rossi, Peter Dinklage, Mario
Lopez, Rose McGowan, Brittany Snow, Jacqueline Bisset, Bradley Cooper, John
Schneider, Alanis Morissette.
Antes de la colorida Glee, o de la truculenta antología American Horror Story, Ryan Murphy, que
recientemente estrenaba con éxito otra nueva producción para la pequeña
pantalla (American Crime Story), ya dejó
su impronta gracias a Nip/Tuck,
serie que narraba las idas y venidas de dos cirujanos plásticos en Miami y que
se hizo, en 2004 y contra todo pronóstico, recordemos que competía contra pesos
pesados como Los Soprano (The
Sopranos) o Perdidos (Lost), con el
Globo de Oro a mejor serie dramática.
Dylan Walsh interpretaba a Sean,
padre de familia aparentemente formal pero que guardaba más de un esqueleto en
su armario, mientras que Julian McMahon daba vida al mujeriego y vividor
Christian. De entre el resto de protagonistas podemos destacar a Joely
Richardson y John Hensley, mujer e hijo respectivamente del personaje de Walsh,
o las participaciones especiales de actores como Vanessa Redgrave, Jacqueline
Bisset, Rose McGowan, ex–compañera de reparto de McMahon en la exitosa Embrujadas (Charmed), Famke Janssen,
Peter Dinklage, el popular Tyrion Lannister de Juego de tronos (Game of Thrones), o un todavía no demasiado
conocido Bradley Cooper.
Nip/Tuck era una serie provocadora y hasta un tanto escabrosa. Una
serie que andaba siempre al borde del histrionismo y que estaba protagonizada
por personajes de moral más bien distraída con los que era imposible empatizar
(especialmente odioso resultaba Matt, al que interpretaba un muy repelente John
Hensley). También es cierto que lograba mantenernos ojipláticos a base de giros
imposibles e historias de lo más rocambolescas (¡ni Melrose Place!). A ello habría que sumar un buen número de escenas
subiditas de tono y un reparto entregado (en especial McMahon, cuyo papel
parecía irle como anillo al dedo). Fue todo un descubrimiento, pero lo mejor de
Murphy todavía estaba por llegar.
Lo mejor: Julian McMahon, algunas de sus tramas más estrafalarias o
sus muy numerosos desnudos gratuitos.
Lo peor: Resultaba misión imposible simpatizar con los personajes.
Puntuación: 6,5/10.
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