Título original: The Big Bang Theory. Años: 2018-2019 (Temporada 12 de Big Bang). País: Estados Unidos. Género: Comedia. Creadores: Chuck Lorre y Bill Prady. Intérpretes: Johnny Galecki, Jim Parsons, Kaley Cuoco, Simon
Helberg, Kunal Nayyar, Melissa Rauch, Mayim Bialik, Kevin Sussman.
El pasado 16 de mayo terminaba, en Estados Unidos, la comedia más
longeva (siempre y cuando no contemos las series de animación) de la historia
de la televisión americana. Estoy hablando, claro, de Big Bang. Y no, aunque lo parezca, semejante acontecimiento no
quedó empañado por la finalización de uno de los (más) grandes eventos
televisivos de los últimos años: hablo del esperadísimo, y muy polémico (bueno,
como casi toda su última temporada), final de Juego de tronos (Game of Thrones). Recordemos también que Lorre,
guionista y productor, es además el creador de otra comedia, Dos
hombres y medio (Two and a Half Men), de largo recorrido: ¡otras doce
temporadas!
Y Big Bang puede presumir
de haber cerrado su andadura televisiva, si bien todavía nos queda la historia
iniciática de Sheldon en El joven
Sheldon (Young Sheldon), serie que ya hasta ha introducido a las versiones
infantiles del resto de protas, con mucho éxito (sobre todo de público;
servidor sigue manteniendo que, aunque la introducción de los personajes de
Rauch y Bialik supuso un soplo de aire fresco, de un tiempo a esta parte la
serie, y es que claro, son ya muchos años, quedó más que estancada; yo reconozco
que la he continuado casi de manera inconsciente y sin mucha entusiasmo). El
último capítulo mantuvo a casi 18 millones de estadounidenses pegados a la
pantalla. Aquí, en España, proporcionó a Neox
la mejor cifra de su historia: más de un millón seiscientos mil espectadores.
La historia de esta duodécima, y última (sí, lo vuelvo a señalar),
temporada continúa allá donde lo dejaba la anterior. Así, la misma va desarrollando
una serie de historia, centrándose (¡ojo, a partir de aquí voy a desvelar
algunas de las tramas y desenlaces!) sobre todo en aquella que incumbe a
Sheldon (un Jim Parsons convertido, sin querer faltar al resto de talentos
implicados, en el gran valedor, y cara más
visible/reconocible/querida/parodiada de la serie; y actor que, así lo
aseguraron los medios, fue quien primero propuso bajarse de este barco en forma
de serie; barco que les reportaba, a sus principales protagonistas, 1 millón de
dólares por capítulo) y Amy (Mayim Bialik, conocida por la también catódica, y
ya algo viejuna, serie Blossom) y
que les podría llevar a ganar el prestigiosísimo Nobel. Si bien, casi toda la
temporada (por lo menos hasta que llegamos a su desenlace), mantiene el mismo
tempo que las anteriores (al menos el vivido en las más cercanas en el tiempo)
y sin demasiado entusiasmo (véase, por ejemplo, la trama romántica
protagonizada por el personaje de Kunal Nayyar, a la postre el único de
nuestros protagonistas sin pareja fija; véase también cómo dicha historia
naufraga desesperadamente en la recta final). A destacar, antes del clímax, la
reconciliación de Leonard (Johnny Galecki) con su madre (Christine Baranski) o
las apariciones especiales de Wil Wheaton (habitual de la serie), Joe
Manganiello, William Shatner, Kareem Abdul-Jabbar, el cineasta Kevin Smith, Regina
King, Kal Penn o Sean Astin (estos dos
últimos participan en varios capítulos, siendo ciertamente relevantes en una de
las tramas, la ya mencionada del premio Nobel). Y quien también se deja caer
por un capítulo, concretamente por el último, es Sarah Michelle Gellar haciendo
de ella misma. No en vano su trabajo más popular, Buffy,
cazavampiros (Buffy the Vampire Slayer), ha sido nombrada varias veces
a lo largo de la serie. Estamos, en definitiva, ante una temporada que transita
por los mismos (un tanto cansinos, al menos para servidor) caminos que las anteriores pero con algunas subtramas que
desembocan en un excelente desenlace (perfecto para una sitcom de estas características) en el que se nos desvela que
Sheldon y Amy finalmente ganan el Nobel o que Leonard y Penny (Kaley Cuoco)
están esperando a su primer hijo. Eso sí, el último plano tiene, como no podía
ser de otro modo, a todos los personajes principales sentados en el salón del
piso que comenzaron compartiendo los dos grandes protagonistas masculinos:
Sheldon y Leonard. Finalmente reconocer que ya veía la serie por inercia, pero también
que me ha dado mucha penita verla terminar. Y sí, ¡finalmente arreglaron el
ascensor!
Lo mejor: Los dos últimos
capítulos. Un desenlace sencillo, emotivo y acertado.
Lo peor: Big Bang había caído en la más anodina de las rutinas y esta última
entrega (y a excepción de algunos capítulos y de su, como ya he dicho, notable
desenlace (de esos que no molestara a prácticamente nadie) no es una excepción.
Eso y un humor que a veces peca de tontorrón y, sobre todo, repetitivo.
Puntuación: 6,5/10.
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