Título original: Going the Distance. Año: 2010. País: Estados Unidos. Género: Comedia,
Romance. Director: Nanette Burstein.
Guionista: Geoff LaTulippe. Intérpretes:
Drew Barrymore, Justin Long, Christina Applegate, Ron Livingston, Charlie Day,
Jim Gaffigan, Jason Sudeikis, Rob Riggle, Kelli Garner, Leighton Meester.
Que las relaciones
a distancia (eje central del trabajo que nos ocupa) son complicadas es, además
de un cliché, un tema recurrente tanto en películas como en series. Otro cliché
sería que las cintas protagonizadas por parejas que también lo son en la vida
real no funcionan en taquilla (ahora mismo no recuerdo si cuando rodaron este
largometraje sus protagonistas estaban juntos, lo habían dejado o pretendían
retomarlo, pero sí que los resultados económicos no fueron demasiado boyantes).
Se puede afirmar, por tanto, que Salvando
las distancias está compuesta a base de clichés.
La historia no puede ser más sencilla: una pareja, Garrett (Justin Long) y Erin
(Drew Barrymore), decide continuar con su incipiente romance después de que
ella se vea obligada a regresar a su hogar tras acabar las prácticas. Todo ello
trufado de chistes más o menos groseros/soeces y un tono a medio camino entre
el cine indie y la típica comedia romántica de humor grueso.
Barrymore y Long mantienen el tipo y resultan simpáticos, lo cual siempre es importante. Desgraciadamente, los personajes secundarios (que tanto juego suelen dar en este tipo de comedias, sean o no románticas) están desaprovechados (aunque se agradece la presencia de Christina Applegate o Jason Sudeikis) y son más los gags humorísticos que no funcionan (véase cuando nuestros protagonistas tratan de tener sexo telefónico o el bigotillo a lo Hitler que se deja otro de los personajes) que los que sí lo hacen (Erin borracha y soltando improperios). Al menos se puede decir que estamos ante una película que entretiene y no molesta. Un último apunte: atención a su banda sonora, compuesta por un buen ramillete de reconocibles éxitos pop (contiene temas de The Cure, Weezer, The Pretenders, Cat Power, Passion Pit o Albert Hammond Jr.).
Lo mejor: Buena parte del
reparto y una historia amena (de esas que apetece ver para desintoxicarse o
dejar de pensar, al menos por un rato).
Lo peor: Uno de los mayores
problemas reside en que muchos de los chistes parecen ideas recicladas, buen
ejemplo sería la escena en la que Garrett decide broncearse, se hace un lío y
acaba moreno a corros, la cual recuerda sobremanera a otra en la que le sucedía
algo parecido al personaje de David Schwimmer en uno de los capítulos de la genial
Friends.
Puntuación: 5/10.
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