Una hora más en Canarias

Título original: Una hora más en Canarias. Año: 2010. País: España. Género: Comedia, Romance, Musical. Director: David Serrano. Guionista: David Serrano. Intérpretes: Quim Gutiérrez, Angie Cepeda, Juana Acosta, Diego Martín, Isabel Ordaz, Eduardo Blanco, Miren Ibarguren, Kiti Mánver.

David Serrano reincide en la comedia musical tras la exitosísima El otro lado de la cama (escrita, al igual que su secuela, por él) con esta agradable pero irregular producción que, a diferencia de la película dirigida por Emilio Martínez-Lázaro, no cuenta con un plantel tan atractivo de intérpretes ni con canciones tan reconocibles y pegadizas. Es decir, le falta lo que hacía tan especial a la comedia protagonizada por Ernesto Alterio y Paz Vega.

Una hora más en Canarias nos narra la atracción que Pablo (Quim Gutiérrez) despierta sobre el sexo opuesto. La historia comienza cuando éste rompe con Claudia (Angie Cepeda), la que fuera su amante y que, además, es su jefa y está casada. Despechada, la mujer acabará pidiendo ayuda a su hermana Mónica (Juana Acosta) para tratar de recuperar el amor del joven. Y lo hará sin importarle tener que usar todo tipo de retorcidas artimañas y a pesar de que la nueva pareja de él, Elena (Miren Ibarguren), no se lo pondrá nada fácil.

Ni el guión, la música (aunque quede en un segundo plano, la selección musical deja bastante que desear) o los actores (a pesar de su loable labor) están a la altura de la película antes mencionada (sí, las comparaciones son odiosas pero inevitables), pero Una hora más en Canarias se deja ver con facilidad/agrado. A ello ayuda una genial Ibarguren (actriz que ya era conocida para el gran público gracias a su participación en la serie Aída), quien demuestra una envidiable vis cómica (ella, junto al resto de actores secundarios, brilla más que los protagonistas; sí, por muy carismático que nos pueda parecer siempre Gutiérrez). Puede que sea porque me habían hablado fatal de ella, pero lo cierto es que Una hora más en Canarias me pareció una comedia lo suficientemente entretenida como para pasar un buen rato.

Lo mejor: Mi escena favorita la protagoniza Mónica, quien cuando se enamora (y, ¡cómo no!, lo hace de Pablo) flota de manera literal. Igualmente destacables son cada una de las apariciones de Elena (véase cuando se estrella un plato en la cabeza o se tira desde un balcón haciendo creer que Claudia la ha empujado).

Lo peor: Es lo que es, una comedieta entretenida a la que no deberíamos pedirle demasiado.

Puntuación: 5/10.