Falcon y el Soldado de Invierno (Temporada 1)

Título original: The Falcon and the Winter Soldier. Año: 2021 (Temporada 1 de Falcon y el Soldado de Invierno). País: Estados Unidos. Género: Acción. Creador: Malcolm Spellman. Intérpretes: Anthony Mackie, Sebastian Stan, Wyatt Russell, Emily VanCamp, Daniel Brühl, Erin Kellyman, Desmond Chiam, Adepero Oduye, Florence Kasumba, Don Cheadle. 

Un apunte y un comentario para empezar. El apunte sería que estamos ante la segunda serie de Marvel presentada en Disney +, tras la notable Bruja Escarlata y Visión (WandaVision); el comentario, yendo ya al grano puro y duro, que se me antoja como un trabajo tan convencional como olvidable (y más tarde indicaré el por qué de mis afirmaciones).

 

 

Pero pongámonos también en contexto. Indiquemos que, tras los acontecimientos vistos en Vengadores: Endgame (Avengers: Endgame), Falcon (Anthony Mackie) parecía destinado (vamos, que directamente se lo dio el propietario del mismo) a portar el mitiquérrimo escudo de nuestro Capitán América. Sin embargo, y ante un Falcon que no termina de creerse lo suficientemente digno, dicho escudo acaba en las manos de una suerte de nuevo Capitán América: John Walker (Wyatt Russell), aka U.S. Agent. Y todo ello al mismo tiempo que Soldado de Invierno (Sebastian Stan), quien forma un tándem un tanto insulso con el susodicho Falcon (todo el tema del bromance me resulta forzado y la química entre ambos no me termina de convencer; también he de señalar que son personajes que nunca me han interesado demasiado, las cosas como son), sigue lidiando con su pasado y que aparece una organización, considerada terrorista y capitaneada por Karli Morgenthau (Erin Kellyman), que usan su propio suero del súper soldado y que añora cómo era el mundo tras el chasquido de Thanos...

Pero Falcon y Soldado de Invierno no son los únicos personajes con los que nos reencontramos. En papeles secundarios tenemos tanto al Barón Zemo (Daniel Brühl) y como a Sharon Carter (Emily VanCamp), a los que, digámoslo ya, cuesta reconocer (se alejan sustancialmente de la imagen que nos ofrecieron cuando fueron presentados en el UCM; y no, no me voy a molestar en reivindicar el momento bailecito de él y mucho menos el devenir de ella). Tampoco funcionan mucho mejor los nuevos personajes (me resultan curiosas dos cosas: lo mal que se nos presenta la causa de Karli, y, por lo tanto, lo mal que hacen que intentemos medio empatizar con ella, y los bruscos cambios que sufre el personaje interpretado por Russell). Nota: también contamos con la participación especial del actor Don Cheadle, quien, gracias a ella, ha obtenido una nominación al Emmy (en la categoría de mejor actor invitado en una serie dramática). Falcon y el Soldado de Invierno no funciona en su intento por dar más entidad a sus protagonistas, como si logró Bruja Escarlata y Visión (si la serie de Olsen ahondaba en el duelo, la que nos ocupa nos habla del liderazgo; también toca ligeramente el tema del racismo, que conste); Falcon y el Soldado de Invierno no funciona como buddy movie; Falcon y el Soldado de Invierno es un trabajo de acción descafeinado que no sobresale por nada en especial (por mucho que alguna de sus escenas más adrenalíticas, aun no siendo, obviamente, tan impactantes como las vistas en la gran pantalla, pueda ser destacada). Sí, se deja ver (uno necesita su buena ración de Marvel Studios y los últimos meses han sido duros para los fans), pero la sensación final es la de estar ante un producto muy menor; un producto sin impacto; un producto realizado con el piloto automático.

 

Lo mejor: Ver el escudo del Capi manchado de sangre (tanto por lo que supone por todo lo que sucede justo antes y después de dicho suceso). Una escena impactante y, desde luego, la más relevante de la serie.

Lo peor: La poco memorable química entre Falcon y Soldado de Invierno, lo irrelevantes que me resultan ambos, la poca fidelidad para con buena parte de los secundarios (con los personajes de Brühl y VanCamp a la cabeza) y, a grandes rasgos, la poca personalidad de la serie (una de acción con bien de lugares comunes y poco a lo que agarrarse, más allá de que funcione para quitarse el mono de productos Marvel Studios). 

 

Puntuación: 5,5/10.