sábado, 7 de agosto de 2021

Euphoria (Temporada 1)

Título original: Euphoria. Año: 2019 (Temporada 1 de Euphoria). País: Estados Unidos. Género: Drama. Creador: Sam Levinson. Intérpretes: Zendaya, Hunter Schafer, Jacob Elordi, Maude Apatow, Barbie Ferreira, Angus Cloud, Alexa Demie, Sydney Sweeney, Eric Dane, Nika King, Storm Reid, Algee Smith, Alanna Ubach.

Sam Levinson venía de llamar la atención del personal gracias a la polémica Nación salvaje (Assassination Nation), especie de versión macarra, y con un discurso infinitamente más poderoso, de la injustamente denostada Spring Breakers. Ahora, y gracias a esta Euphoria, me queda bastante claro que podría estar llamado a ser la voz de toda una generación, por muy grandilocuente (y destinado a la decepción) que, me consta, pueda sonar semejante título. 
 
 
Presentado inicialmente como un drama juvenil actualizado, Euphoria, tiene por protagonistas a unas excelentes Zendaya (chica Disney que se hizo, por su labor aquí, con un más que merecido Emmy) y Hunter Schafer, en unos papeles ciertamente alejados de esos jóvenes perfectos que funcionan como voz de la conciencia y con los que, por norma general, suele ser muy difícil (cuando no imposible) identificarse. La primera es una joven con problemas con las drogas (drogas, sexo y acoso escolar serán algunos de los temas sobre los que gira la acción; siempre desde un tono que la aleja de otros trabajos de temática similar pero más inocuos, bienintencionados o directamente fantasiosos); la segunda a una joven transexual que trata de encontrarse (Schafer alabó en distintas entrevistas que en Euphoria, catalogada como la serie juvenil de la Generación Z, las etiquetas no fuesen tan relevantes) al mismo tiempo que mantiene sexo con hombres mayores (y aquí es donde aparece el personaje de Eric Dane y una de las escenas más polémicas cuando la serie comenzó a emitirse en HBO). A ellas se unen otros tan relevantes como Kat (Barbie Ferreira), quien explota su body positive. Y, como buena serie actual, las nuevas tecnologías en general, y las redes sociales en particular, juegan un papel relevante.
 
 
 
No la tacharía de discursiva, pero sus diálogos gozan de una importancia y de un peso (por lo que cuentan) realmente llamativo. Como llamativa, para bien (para muy bien), es su diversidad (sí, cuando digo que es una serie juvenil actual, o más bien pegada a la actualidad, lo digo por algo) y la naturalidad con que se desenvuelve a la hora de dar voz a su plantel por un lado y a ciertos problemas/dilemas por otro (una serie juvenil no ha de estar exenta de ellos, las cosas como son). Euphoria tiene su propia voz; una voz distinta, toca temas escabrosos pero desde un prima muy distinto al de, por ejemplo y por citar otra serie juvenil seria (o sea, no tipo Riverdale) más o menos reciente, Por trece razones (13 Reasons Why), y arrolladora. Estamos ante una de las series revelación de su año. 
 
Lo mejor: Va de menos a más, siendo ya desde su primer capítulo una serie fresca (sí, ya sé que es un calificativo que ha quedado un poco para el cajón de sastre) y muy válida. Las actuaciones son naturales (a pesar de que lo que muchas veces les pase a sus personajes no lo sea tanto) y la pareja (con sus múltiples idas y venidas) formada por los personajes de Zendaya y Schafer rezuma carisma. Es una delicia a nivel visual y sonoro. El final de temporada es, de seguro, lo mejor que vi en televisión esa temporada.

Lo peor: Que se diga que promueve una imagen escandalosa de la juventud. Ello me lleva a pensar que tampoco hemos avanzado tanto (un poquito sí, vale), ya que, recordemos, muchos patrocinadores decidieron boicotear en su día Sensación de vivir (Beverly Hills, 90210) porque Brenda (Shannen Doherty) perdía la virginidad llevando poco tiempo con su novio, Dylan (Luke Perry, claro), y sin mostrarse arrepentida de ello (y de ahí que los guionistas “tuviesen que castigarla” haciéndola creer que se había quedado embarazada).

Puntuación: 8/10.

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