Título
original:
Grey’s
Anatomy. Años:
2020-2021
(Temporada 17 de Anatomía
de Grey).
País:
Estados Unidos. Género:
Drama, Comedia, Romance. Creadora:
Shonda Rhimes. Intérpretes:
Ellen
Pompeo, Chandra Wilson, James Pickens Jr., Kevin McKidd, Giacomo
Gianniotti, Jesse Williams, Kim Raver, Caterina Scorsone, Kelly
McCreary, Camilla Luddington, Debbie Allen, Gregg Germann, Chris
Carmack, Jake Borelli, Alex Landi, Richard Flood, Anthony Hill, Jason
George, Stefania Spampinato, Patrick Dempsey, T.R. Knight, Eric Dane,
Chyler Leigh, Sarah Drew.
La
temporada anterior vio reducido su número de capítulos a
consecuencia de la pandemia (y, ojo, la que nos ocupa también es más
corta de o habitual: 17 episodios). Es por ello que muchas subtramas,
como la protagonizada por DeLuca (Giacomo Gianniotti), uno de los
personajes (lo digo ya y advierto de paso que por aquí voy a dejar
caer más de un SPOILER)
más desperdiciados de Anatomía de
Grey,
se quedaron un tanto en el limbo. Su historia es una de las primeras
en resolverse aquí (no de manera satisfactoria; sí de manera torpe,
atropellada e injusta para con un personaje con el que nunca llegaron
a saber qué hacer; es una pena, a mí sí que me gustaba como pareja
de Grey, y bastante más que el de Richard Flood, por ejemplo). No es
la única resolución/marcha que veremos, pero sí la más dramática
(ojo, no al estilo hacer estrellar un avión en el que se hallen bien
de personajes o haciendo que un autobús se estrelle contra alguno de
ellos). Para los posibles hasta luego sólo pido una cosa: que si
deciden, por lo que sea, hacerlos regresar no se marquen otro Teddy
(Kim Raver), porque lo que han hecho con su personaje, redenciones
aparte, es terrible.
Pero
lo más relevante de esta decimoséptima temporada no es el devenir
del personaje de Gianniotti. Tampoco la paternidad a la que se
enfrentan los de Caterina Scorsone y Chris Carmack (¡qué personajes
tan insulsos!) o ese conato de romance/tensión sexual que mantienen,
sin química alguna, los de Camilla Luddington y Jesse Williams
(encima para, al final y continuando con el tema spoilers, darle una
salida a este último, + a otro personaje que se marcha con él, muy
opuesta y fan service),
sino que, como telón de fondo tenemos, al igual que en la vida real,
el trágico tema del coronavirus. Así, vemos no sólo cómo nuestros
protagonistas se enfrentan en primera persona a ello (lo vuelvo a
decir por enésima vez: no hay serie tan pegada a la actualidad como
esta Anatomía de Grey),
sino a nuestra protagonista (Ellen Pompeo) sucumbiendo al mismo, lo
que la llevará a, como ya sucediese hace bastantes temporadas,
reencontrarse con personajes que fallecieron tiempo ha (si en la
temporada tres se reencontraba con los de Jeffrey Dean Morgan y Kyle
Chandler, aquí lo hace con algunos de los más añorados por los
fans más veteranos de la serie: T.R.
Knight, Eric Dane, Chyler Leigh y hasta el mismísimo Patrick
Dempsey).
En general,
esta decimoséptima temporada, que se podría haber titulado Boda,
compromisos, marchas y hasta algún funeral (sic), se presenta un
tanto lineal para mal; con tramas que no atrapan (¿alguien dudaba
del devenir del personaje de Pompeo?), con bruscos cambios de ritmo
(los episodios destinados a dar salida a distintos personajes, como
el que se centra en Teddy) que rompen con linealidad pero que no
fluyen de manera orgánica (se sienten ciertamente forzados) y con
decisiones argumentales (ese conato de romance entre los personajes
de Williams y Luddington; el tratar de convertir, de manera más que
infructuosa, a Luddington y Borelli en los nuevos Izzie y George).
Por contra, podemos volver a indicar que estamos ante la serie que
mejor sabe adaptarse al devenir de os acontecimientos, con tramas
pegadas a la actualidad y forzando el debate hacia temas de
identidad, raza o género de manera muy apreciable. Su final de
temporada, sin gozar del impacto de anteriores, sirve como digno
resumen de lo que ha sido el último año, tanto para nosotros como para ellos.
Lo mejor: Juega
fuerte, y acertadamente, con temas de actualidad (en esta ocasión
con el coronavirus y con el #BlackLivesMatter, principalmente).
También con el factor nostalgia, trayendo de vuelto (incluso desde
el más allá) a distintos personajes que han sido importantes a lo
largo de la serie. Eso sí, algunos aportan más (los diálogos que
mantienen los personajes de Pompeo y Knight) que otros (lo de Pompeo
y Dempsey aporta poco, más allá del juntarlos en pantalla
nuevamente para regocijo de los fans).
Lo peor: Esa
especie de episodio onírico en la que vemos cómo Teddy (Kim Raver)
toca fondo, hace repaso a ciertos momentos de su vida y tiene a
Meredith ejerciendo de ¿fantasma de las navidades pasadas?
Puntuación:
6,5/10.
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