Título original: St. Vincent. Año:
2014. País: Estados Unidos. Género: Comedia, Drama. Director: Theodore Melfi. Guionista: Theodore
Melfi. Intérpretes: Bill Murray, Jaeden
Lieberher, Melissa McCarthy, Naomi Watts, Chris O’Dowd, Terrence Howard.
Bill Murray es el gran reclamo de
esta cinta, mezcla de comedia (un tanto negra o ácida) y drama. En ella
interpreta a un tipo huraño y de vuelta de todo que traba amistad con Oliver (Jaeden
Lieberher, en el que es su primer trabajo para la gran pantalla), el hijo de su nueva vecina (Melissa
McCarthy). Naomi Watts, por su parte, da vida a una prostituta rusa embarazada.
Como ya he dicho, Murray (en un papel que le va como anillo al dedo; y no lo digo por la fama de arisco que arrastra el protagonista de Lost in Translation) es el gran reclamo de St. Vincent y también el actor por el que vale la pena acercarse a esta amigable (debajo de su imagen de comedia políticamente incorrecta se esconde uno de esos trabajos bienintencionados que tanto gustan al personal) pero intrascendente cinta (los clichés se acumulan; algunas situaciones ya las hemos visto en mil y una películas antes).
El resto de actores están más que
correctos: Naomi Watts tiene a su cargo un papel ciertamente distinto a los que
ha venido interpretando; aquí llego a tolerar a la normalmente insufrible (me
pregunto qué habrá visto Hollywood en ella, ¡porque yo no logro verlo!) Melissa
McCarthy; y Jaeden Lieberher no interpreta al típico crío que te crisparía los
nervios. Eso sí, Chris O’Dowd y, sobre todo, Terrence Howard están bastante
desaprovechados. St. Vincent no es
la cinta mordaz y retorcida que me esperaba, pero se deja ver con agrado y se
disfruta gracias a un Bill Murray en estado de gracia.
Lo mejor: Creo que ha quedado suficientemente claro.
Lo peor: Le falta incorrección y le sobran algunos clichés.
Puntuación: 5,5/10.
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