viernes, 5 de abril de 2019

El código Da Vinci

Título original: The Da Vinci Code. Año: 2006. País: Estados Unidos. Género: Intriga. Director: Ron Howard. Guionista: Akiva Goldsman (adaptando la novela de Dan Brown). Intérpretes: Tom Hanks, Audrey Tautou, Ian McKellen, Paul Bettany, Alfred Molina, Jean Reno, Jürgen Prochnow, Etienne Chicot, Jean-Pierre Marielle, Jean-Yves Berteloot.

Esta El código Da Vinci es la correcta, y aséptica, adaptación del best seller de Dan Brown; adaptación que agradará a los fans de la novela, sobre todo gracias a la fidelidad con la misma que tiene el guión firmando por Akiva Goldsman, ganador del Oscar por su libreto de Una mente maravillosa (A Beautiful Mind). Lamentablemente, lo que en la novela es ágil y adictivo, se vuelve estático y excesivamente largo en su traslación fílmica, multiplicando por mil los defectos y las rebuscadas resoluciones provenientes de la obra original. 

 
El argumento es simple pero efectivo: Robert Langdon (Tom Hanks) y Sophie Neveu (Audrey Tautou) deben resolver una serie de acertijos para descubrir al asesino del abuelo de la joven y no ser inculpados, pero ello dará lugar a una serie de asombrosos descubrimientos de índole religiosa. Pero hablemos un poco de los talentos implicados. Señalemos que la dirección de Howard es correcta aunque demasiado fría. Hablemos también de las actuaciones: irregulares, como si ninguno se creyese lo que sucede en pantalla o, peor todavía, como si nos les importara (nuestros protagonistas se dedican a caminar, y/o correr, de un lado para otro con cara de póquer). Tan sólo Ian McKellen, inolvidable Gandalf en El señor de los anillos (The Lord of the Rings) y sus continuaciones y precuelas, parece comprender el tono de la cinta. Mucho más reseñables se presentan las escenas que rememoran hechos del pasado, las cuales se presentan con una espectacular fotografía de grano grueso y gran luminosidad (en contraste con la oscura fotografía que predomina en la cinta).


Al final tan sólo nos queda una correcta superproducción (su presupuesto se estima en unos nada desdeñables 125 millones de dólares) de intriga (con un tono religioso más ligero de lo que podría parecer) que peca de contar con una duración excesiva y con poco calado intelectual (es decir, como la novela; si bien, dicha novela se leía con inusitada facilidad, mientras que esta película se hace bastante más pesada).

Lo mejor: Un reparto solvente pero terriblemente despistado.

Lo peor: Es un producto aséptico que, para colmo de males, tiene una duración excesiva (¡unos 150 minutos!).

Puntuación: 4,5/10.

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