miércoles, 3 de abril de 2019

Origen

Título original: Inception. Año: 2010. País: Estados Unidos. Género: Acción, Ciencia-Ficción, Intriga. Director: Christopher Nolan. Guionista: Christopher Nolan. Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Joseph Gordon-Levitt, Ellen Page, Ken Watanabe, Marion Cotillard, Tom Hardy, Cillian Murphy, Tom Berenger, Michael Caine, Lukas Haas, Pete Postlethwaite, Dileep Rao, Talulah Riley.

Nolan (director de largometrajes tan célebres, o celebrados, como Memento, Interstellar o la trilogía del Hombre Murciélago protagonizada por Christian Bale, a la postre la más alabada) consiguió crear la (casi) perfecta combinación entre el blockbuster veraniego (repleto de explosiones, tiros y persecuciones; Origen contó con un presupuesto estimado de unos, muy bien empleados, todo sea dicho de paso, 160 millones de dólares) y el cine de autor destinado a convertirse en trabajo de culto (historia compleja, no contada de forma lineal y con varias interpretaciones). Leonardo DiCaprio encabeza el reparto de Origen (que es, claro, la película de la que estamos hablando) y da vida a Dom Cobb, líder de un grupo capaz de introducirse en los sueños ajenos para robar pensamientos ocultos de sus víctimas o inyectarles nuevas ideas. Pero la cosa se complica cuando a Cobb le llega un último encargo en el que se juega mucho más de lo habitual, ya que puede conseguir algo que ansía desde hace mucho tiempo… Y hasta aquí puedo leer.


Es francamente curioso el parecido entre Origen y Shutter Island, dos películas estrenadas el mismo año, protagonizadas por DiCaprio (el resto de actores que completan el reparto no puede ser más espectacular, digámoslo también), con argumentos destinados a hacer pensar al espectador (lo que siempre es un plus) y cuyo personaje principal (es decir, el interpretado por el popular protagonista masculino de la taquillera Titanic) sufre una vida personal (y más concretamente marital) ciertamente complicada. Sin embargo, ahí acaban las coincidencias, porque Nolan se decanta por ofrecernos un producto en el que la acción y los efectos especiales juegan un papel ciertamente importante. Afortunadamente, los mismos están al servicio de la historia y no al revés (otro plus).


Todo el acabado técnico (efectos especiales incluidos) es, como decía, impecable (véase la escena en el hotel protagonizada por Joseph Gordon-Levitt), pero no menos notable resulta ser la labor de su impresionante reparto (con DiCaprio a la cabeza, quien tiene a su cargo el papel más tridimensional: su vida y sus problemas son en realidad los verdaderos ejes de Origen). Eso sí, también habría que señalar el trabajo de montaje (más todavía si tenemos en cuenta la complejidad de la historia y la necesidad de extrema coherencia en la misma) y, claro, la dirección de Nolan, quien consigue que, a pesar de su duración (¡casi dos horas y media!), el ritmo no decaiga (sólo se resiente, ligeramente, durante uno de los últimos tramos). Origen es, en definitiva, una de esas películas imprescindibles, algo estruendosa pero cuyo trasfondo resulta sorprendente. Y sí, es puro espectáculo para la vista (¡qué bien hice en ir a verla en pantalla grande!) y para prácticamente todos los sentidos.

Lo mejor: Es impresionante en casi todos sus apartados.

Lo peor: Que sea vista como otra aparatosa cinta dedicada únicamente a reventar las taquillas de medio mundo.

Puntuación: 9/10.

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