Título original: The End of the F***ing World. Año: 2017 (Temporada 1 de The End of the Fu***ing World). País: Reino Unido. Género: Drama,
Comedia Negra. Creador: Jonathan
Entwistle. Intérpretes: Jessica Barden, Alex Lawther, Steve Oram, Wubni
Nisaku, Gemma Whelan, Wunmi Mosaku, Christine Bottomley, Navin Chowdhry, Jack
Veal, Jonathan Harrison, Alex Sawyer, Eileen Davies, Kierston Wareing, Kelly
Harrison, Emma Appleton.
Todavía no sabemos si The End
of the F***ing World (¡magnífico título!) tendrá la suerte de contar con
una segunda temporada. Todo lo que se narra en la novela gráfica que se adapta (y
cuyo autor es Charles S. Forsman) está contado en esta primera tanda de 8
capítulos. Eso sí, el desenlace (cerradísimo en la obra original) ha sido suavizado
con la esperanza de que así sea. Hasta su creador, Jonathan Entwistle
(director, como ya dije al hablar del primer capítulo de la serie que nos compete, de un corto que vendría a ser el
germen de esta serie), ha declarado que están negociando el darle continuidad a
esta mezcla de drama y comedia (más bien negra) protagonizada por una pareja de
jóvenes tan desencantados como perdidos.
Dichos jóvenes (con
los que, y lo digo desde ya, me costó congeniar; ¡no lo hice hasta más allá de
mitad de temporada!) son Alyssa (Jessica Barden) y James (Alex Lawther), una
atípica pareja que emprende un huida sin destino fijo; la primera harta de su entorno
(y sobre todo de un padrastro un tanto acosador y de una madre que parece hacer
siempre la vista gorda), el segundo un tanto empujado por la joven, a la que
planea matar más pronto que tarde (James, por cierto, y por si no ha quedado
claro, en un psicópata, o al menos así parece definirse él mismo, sin
sentimientos que arrastra un fuerte trauma infantil). Atención a ambos, puesto
que en su más que reverenciable labor se halla uno de los grandes puntos
fuertes de esta ficción. También a la colección de extraños personajes con los
que nuestros protagonistas se topan en su particular aventura: desde un tipo
con fijación por los chicos jóvenes hasta todo un asesino (¿feminicida?) en
serie, pasando por el padre de ella (interpretado por Barry Ward), un
“viva-la-vida” con complejo de Peter Pan. ¡Ah! ¡Y no nos olvidemos del tándem formado
por Teri (Wunmi Mosaku) y Eunice (Gemma Whelan), agentes de policía (y
ex-amantes) cuya misión es, claro, dar con el paradero de Alyssa y James!
The End of the F***ing World es una road
movie (bueno, no exactamente, pero ya me entienden) que nada a contracorriente
al destaparse como esa cita juvenil que tanta falta le hacía a Netflix y que ahora (sobre todo tras la
prematura, e injusta, cancelación de Everything
Sucks!; ¡a la pobre, y a pesar de su valía, no le han dado tiempo a que
cale entre el público!) necesita más que nunca. También es la contrapartida
canalla y oscura a esas teleseries juveniles en las que los problemas terminan
a la vez que el capítulo de turno. No
sé si gozará de continuación (como decía al principio, todavía lo están
negociando), pero, aunque esta primera entrega sea también la última, el viaje
habrá merecido la pena. Habrá sido corto, pero decididamente intenso (e
interesante).
Lo mejor: Que no sea la típica
serie juvenil que versa acerca del “auto-descubrimiento” (o, dicho de otro
modo, una de esas que nos muestran el inevitable paso hacia la madurez de sus
protagonistas con torpe condescendencia). Destacaría igualmente el descaro de
la historia y el buen hacer de su reparto, destacando por encima de todos unos
inmejorables Barden y Lawther.
Lo peor: Quizá lo que ya he
dicho un poco más arriba, lo mucho que me costó simpatizar con Alyssa y James
(y con su no-causa). También alguna que otra escena de difícil digestión (y no,
no me refiero precisamente a la más sangrienta).
Puntuación: 6,5/10.
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