Título
original: Chôjin densetsu
Urotsukidôji. Año:
1989. País: Japón. Género:
Terror, Fantasía, Erótico, Animación. Director:
Hideki Takayama. Guionistas: Shô
Aikawa y Michael Lawrence (adaptando el manga de Toshio Maeda).
Recuerdo haber visto esta
cinta siendo un chaval. Y es que la misma formaba parte de una
colección de anime japonés, en auge gracias al enorme éxito de
Bola de dragón (Dragon Ball), que compraba religiosamente.
Por las fotos de la contraportada (y por el dossier que incluía
dicha colección) sabía que esto poco tenía que ver con las
aventuras de Goku y compañía, pero no pensaba que me iba a
encontrar con semejante delirio de monstruos cuasiformes y miembros
descomunales.
La historia gira en torno a una leyenda que
dice que el Chojin, un ser poderosísimo, renacerá para unir tres
mundos invisibles y paralelos, el de los humanos, el de los Makai
(demonios) y el de los los Jyujinkai (mitad hombres mitad bestias),
en uno solo en el que reinará la paz.
Los detractores de la
animación japonesa (es decir, todos aquellos que creen que la misma
se compone básicamente de chicas ligeras de ropa y violencia sin
parangón) tienen aquí mucho de qué quejarse, ya que la cinta de
Takayama no se corta a la hora de mostrar sexo hiperviolento (con
chicas fornicando o siendo violadas por bestias inmundas) y peleas
tan brutales como sangrientas. Puede que su animación peque de
estática y repetitiva (habría que tener en cuenta lo mucho que ha
avanzado el mundo de la animación desde que este trabajo vio la
luz), pero el diseño de personajes, su descabellada (y excesiva)
trama y, por qué no decirlo, el factor nostalgia juegan a su favor.
Mentes sensibles, abstenerse.
Lo mejor: Es
uno de esos trabajos que te dejan ojiplático.
Lo peor: A
veces pareciera una mera sucesión de escenas chocantes (escenas como
la del joven capaz de amputarse el pene con tal de convertirse en un
terrible monstruo o la de una chica, el interés amoroso de nuestro
protagonista, siendo atacada por un ser que se hace pasar por
profesora dan buena muestra del tono sucio y depravado que destila la
película).
Puntuación: 5/10.
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