Título
original: Grey’s Anatomy. Años:
2019-2020 (Temporada 16 de Anatomía de
Grey). País: Estados
Unidos. Género: Drama, Comedia, Romance. Creadora:
Shonda Rhimes. Intérpretes: Ellen
Pompeo, Justin Chambers, Chandra Wilson, James Pickens Jr., Kevin
McKidd, Giacomo Gianniotti, Jesse Williams, Kim Raver, Caterina
Scorsone, Kelly McCreary, Camilla Luddington, Debbie Allen, Gregg
Germann, Chris Carmack, Jake Borelli, Alex Landi, Richard Flood,
Jason George, Stefania Spampinato.
Esta
decimosexta temporada, al igual que sucedió con otras muchas series
este año, vio mermado su número de capítulos debido al
Coronavirus. Consecuencia: no tuvimos un final dramático en el que,
como así se dejó caer, uno de los protagonista se iba a despedir de
la longeva serie (se desconoce si porque, como suele ser habitual en
la misma, su personaje perdería la vida de forma terriblemente
dramática). Pero que no cunda el pánico, porque, y cuidado que a
partir de aquí pueden empezar a aparecer bien de SPOILERS, esta
temporada cumplió con su correspondiente cupo de drama y, lo más
importante, de marchas; marchas inesperadas.
Y es
que la gran sorpresa de esta temporada, que se iniciaba, recordemos,
con Meredith (sempiterna, ¡y yo que me alegro!, Ellen Pompeo),
Richard (James Pickens) y Alex (Justin Chambers) habiendo sido
despedidos del hospital en el que se centran las historias de la
serie, venía de la mano de este último (personaje al que nunca he
soportado y cuyo lavado de cara gradual, aunque incluso en su
despedida se seguía presentando como un auténtico cretino, no me
agradaba/convencía lo más mínimo), quien, tras varios capítulos
ausentes y a través de distintas cartas, nos descuvbre que ha
decidido quedarse a vivir con Izzie (no, Katherine Heigl no participa
en el capítulo ni creo que fuese llamada para hacerlo; al menos
agradezco al menos conocer qué fue de él) tras descubrir que ésta
sigue viva (recordemos lo enferma que se presentaba en sus últimas
apariciones) y que, además, dio a luz a dos hijos suyos (¡toma
ya!). No es la única baja de la serie, ya que Nico (Alex Landi)
también ha dejado, no sabemos si temporalmente o de manera
definitiva, el Grey-Sloan Memorial
Hospital.
Por lo tanto, Jo (Camilla Luddington), a la que tampoco trago, y
Schmitt (Jake Borelli) se quedan compuestos y sin pareja (tampoco es
que se les vea rotos de dolor; ella todavía menos que él, y eso que
la suya era una de las relaciones más estables de la serie).
Esta
decimosexta entrega también nos ha traído algún personaje nuevo,
como Cormac Hayes (Richard Flood), quien (cual regalo mandado por
Yang) parece llegar para competir por el amor de nuestra
protagonista. Eso sí, ¡menuda adición tan insípida! Como
insípidas se han vuelto buena parte de las relaciones, por mucho que
hayan tenido a bien romper, de una vez por todas, con ese cuartero
(quinteto, mejor dicho) romántico que tantas idas y venidas (ya un
tanto cansinas) han protagonizado en los últimos años. Así, se
centran por un lado en la pareja formada por Amelia (Caterina
Scorsone) y He-Man
Link (Chris Carmack) y, por otro, en el triángulo Owen (Kevin
McKidd), Teddy (Kim Raver), Koracick (Gregg Germann). Si bien, dichas
digievoluciones
(que me interesan bien poco) quedan eclipsadas por lo que más han
hecho los guionistas esta temporada: cargarse personajes. Y no porque
los hayan matado (vale, alguno pudo haber caído en ese final que
nunca pudo ser rodado), sino porque los han destrozado. Se han
cargado a Teddy, convirtiéndola en una infiel constante (en el
pasado, en un capítulo, el 19, terrible; también en el presente) y
también a DeLuca (nota: es en otra serie de la casa, Estación
19
(Station 19), en la que se descubre que podría ser bipolar como su
progenitor).
Lo mejor: Sigue
siendo una serie tremendamente dinámica (no da respiro ni tregua al
espectador), atrayente (como buen culebrón) y al día (en cuanto a
temas sociales se refiere).
Lo peor: Su afán
por cargarse a personajes. Lo que le han hecho a Teddy (Kim Raver), a
la que ahora mismo es imposible defender, o, en menor medida (porque
a saber por dónde van a tirar finalmente), al guapo DeLuca (Giacomo
Gianniotti) no tiene perdón (ni nombre).
Puntuación:
6,5/10.
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