El hombre elefante

Título original: The Elephant Man. Año: 1980. País: Estados Unidos. Género: Drama. Director: David Lynch. Guionistas: David Lynch, Eric Bergren y Christopher De Vore. Intérpretes: Anthony Hopkins, John Hurt, Anne Bancroft, John Gielgud, Freddie Jones, Dexter Fletcher, Wendy Hiller.

 

John Merrick (John Hurt) es explotado como monstruo de feria debido a su deformidad. Le llaman el hombre elefante y pronto llama la atención del doctor Frederick Treves (Anthony Hopkins), quien llega a un acuerdo para poder investigarlo. Lo que comienza como una relación laboral, fría y casi hasta egoísta, cambiará poniendo a prueba la humanidad de la gente que rodea a John.

 

 

 

Lynch nos ofrece una visión tan tétrica como enternecedora. Su dirección y planos fríos, y tenebrosos (incluso durante los momentos más "cotidianos"), guardan ciertas reminiscencias, guardando las más que evidentes distancias, con su primer largometraje, Cabeza borradora (Eraserhead). Para crear una atmósfera tan agobiante, Lynch se apoya en una banda sonora impactante y en una poderosa fotografía en blanco y negro que, al igual que ocurría en su película anteriormente mencionada, crean un halo de misterio y terror francamente interesante. 

 

 

 

Hopkins y Hurt (apoyado por un impactante trabajo de maquillaje y cuya labor obtuvo una meritoria nominación al Oscar en la categoría de actor principal) realizan unas interpretaciones sinceras y apasionadas, acordes con el tono de la película. El resto de actuaciones también se presentan sólidas (véanse las reacciones de cada uno de los distintos personajes tras conocer a Richard). El hombre elefante nos alecciona (dicho como algo positivo, que conste) no simplemente sobre la bondad y maldad inherente al ser humano, sino también sobre algo tan denostado como la piedad. Y lo hace con un relato sobrecogedor y enternecedor, por mucho que a veces pueda pecar de frío y poco acomodativo (así como menos críptico de lo que acostumbra el director, por mucho que no sea algo que se eche en falta en un trabajo como el que nos ocupa) y que parece destinado a concienciar (dicho también como algo definitivamente positivo) sin necesidad de trucos baratos y/o impostados. Y sí, conmueve sobremanera. 

 

Lo mejor: El tono, las interpretaciones y una historia de lo más emotiva. 

 

Lo peor: Que se fuese de vacío tras obtener 8 nominaciones (mejor película, director, actor, guión adaptado, montaje, vestuario, banda sonora y diseño de producción) a los premios Oscar. 

 

Puntuación: 8/10.