Título original:
Limitless. Año: 2011. País: Estados Unidos.
Género: Intriga. Director: Neil Burger. Guionista:
Leslie Dixon (adaptando una novela de Alan Glynn). Intérpretes:
Bradley Cooper, Abbie Cornish, Robert De Niro, Anna Friel, Andrew
Howard, Johnny Whitworth, Robert John Burke.
Un escritor en horas
bajas (Bradley Cooper) sufre un eufórico cambio cuando le dan a
probar un medicamento (¿o sería más correcto decir una droga?)
experimental que le proporciona una capacidad de rendimiento del cien
por cien. Pero lo que en principio parece resolver sus problemas (su
bloqueo creativo ha desaparecido, es capaz de encandilar a toda chica
que se le ponga a tiro…) se vuelve en su contra, poniéndolo en el
punto de mira de un importante inversor (Robert De Niro) y
enemistándolo con un violento mafioso (Andrew Howard).
La
historia pintaba interesante, pero Sin límites acaba
derivando en lo que me temía: otra cinta de intriga y acción cuyo
devenir resulta tan atropellado como farragoso. Además, lo que
podría haber sido una oportunidad de oro para el lucimiento de
Cooper (protagonista absoluto) y Burger (el director) no acaba de
materializarse. En el caso del primero porque éste no muestra el
suficiente empaque como para llevar el peso interpretativo de la cina
(si bien, demuestra no ser un actor limitado a un género concreto y,
a diferencia de De Niro, hace algo más que poner cara de asco); en
el del segundo porque, aun logrando filmar algunas escenas realmente
angustiosas, se enfrenta a la historia desde un ángulo equivocado.
En fin, Sin límites es la enésima historia interesante cuyo
devenir no me termina de convencer.
Lo mejor: Parte de
una buena idea.
Lo peor: Dicha
buena idea está mal ejecutada y desarrollada.
Puntuación: 5/10.
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