Título original:
American Horror Story: Delicate. Año: 2023. País:
Estados Unidos. Género: Terror, Intriga. Directora:
Jessica Yu. Guionistas: Ryan Murphy, Brad Falchuk y Halley
Feiffer. Intérpretes:
Emma Roberts, Matt Cuchry, Kim Kardashian, Annabelle Dexter-Jones,
Denis O'Hare, Cara Delevingne, Julie White, Juliana Canfield, Tavi
Gevinson, Andy Cohen.
Doce
temporadas son muchas y es normal que cualquier serie se resienta.
Sí, incluso una como American
Horror Story cuyas
temporadas pueden ser disfrutadas independientemente. No ayuda,
claro, que las últimas temporadas hayan dejado bastante que desear.
Tampoco ayuda que de un tiempo a esta parte parezca que se estrenan
casi de tapadillo o que, como en el caso de la que nos ocupa, su
mayor promoción sea contar en su reparto con Kim Kardashian.
Ya
anteriormente habíamos visto como American
Horror Story se inspiraba en temas
clásicos del género para sus historias (las casas encantadas para
su primera temporada; las brujas para su tercera; los
vampiros para su quinta...).
Aquí la trama gira en torno a un embarazo (el que trata de sacar
adelante una actriz en alza a la que da vida Emma Roberts, una
habitual de la serie) que roza la paranoia y ya de primeras nos
retrotrae a clásicos como La
semilla del diablo
(Rosemary's Baby); si bien, todavía es demasidado pronto para saber
hacia donde tirará esta Delicate
(ya sabemos que los trabajos de Murphy suelen empezar bien pero su
devenir, al menos en buena parte de ellos, tiende a descarrilar).
A Delicate le pasa
lo que a la práctica totalidad de primeros capítulos de temporada
de American Horror Story: nos presenta ligeramente la historia
(mostrando,claro,más preguntas que respuestas), con los suficientes
alicientes como para querer saber más. Sin embargo, y a pesar de que
ello se sigue manteniendo aquí, esta Delicate no cuenta con
los intérpretes más solventes de la factoría Murphy (ojo, que
Roberts me parece una actriz más que correcta y aquí lo sigue
demostrando). No me ayuda que los secundarios me aburran
soberanamente. El caso es que, a pesar de todo, y sobre todo de que
la magia de Murphy y compañía haya decaído sobradamente, me siguen
quedando ganas de más. Me conformo con que su devenir se me haga
menos bola que el de las últimas temporadas.
Lo mejor: Lo de
casi siempre, que me tiene expectante por saber hacia donde tornará
la historia.
Lo peor: Así de
primeras, los intérpretes (por muy correcta que esté Roberts).
Puntuación: 6/10.
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