Título original: St.
Trinian’s. Año: 2007. País: Reino Unido. Género:
Comedia. Directores:
Oliver Parker y Barnaby Thompson. Guionistas: Piers
Ashworth y Nick Moorcroft (adaptando unas tiras cómicas de Ronald
Searle). Intérpretes:
Colin Firth, Rupert Everett, Gemma Arterton, Talulah Riley, Lena
Headey, Jodie Whittaker, Stephen Fry, Caterina Murino, Russell Brand,
Amara Karan, Juno Temple, Lucy Punch, Mischa Barton.
Basada en una serie de
populares tiras cómicas, la película que nos ocupa narra cómo las
alumnas de un internado en el que reina la anarquía se ven obligadas
a idear un plan para recaudar dinero y que éste no sea cerrado.
Entre sus protagonista nos encontramos con varios rostros conocidos:
Colin Firth, antes de ganar el Oscar por El
discurso del rey (The King's Speech);
Lena Headey, antes de ese megacampanazo llamado Juego de tronos
(Game of Thrones); Jodie Whittaker, antes de convertirse en la
primera mujer en encabezar la longeva serie Doctor Who; Mischa
Barton, quien se hizo popular gracias a la juvenil The O.C.;
Stephen Fry, actor inglés visto en películas tan dispares como
Gosford Park, Wilde o V de vendetta (V for
Vendetta); Rupert Everett, en un doble papel (uno de ellos como
directora del susodicho internado). Algunos de ellos, eso sí, en
papeles muy diminutos.
Lamentablemente, ni tanto actor popular
puede hacer nada por salvar de la quema a Supercañeras. La
cinta de Parker y Thompson no me funciona ni como simple comedieta
juvenil de usar y tirar. Y no lo hace porque resulta terriblemente
anodina, porque a sus jóvenes protagonistas (Gemma Artenton sería
la excepción que confirma la regla) les falta carisma y por sus poco
afortunados gags. Atención a un Rupert Everett pasadísimo de rosca.
Decir que sobreactúa es quedarse corto; muy corto. Llegué
a Supercañeras esperando
un tonto divertimento y acabé cuasi enfadado por la sarta de
tonterías que acumula en su hora y media.
Lo mejor: Ver a
Everett travestido y dándolo todo. Aunque sólo sea por lo
“divertido” que resulta verlo tan sobreactuado.
Lo peor: Me
resulta más patética que cañera, la verdad.
Puntuación: 2/10.
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