lunes, 14 de marzo de 2022

El discurso del rey

Título original: The King’s Speech. Año: 2010. País: Reino Unido. Género: Drama. Directores: Tom Hooper. Guionista: David Seidler. Intérpretes: Colin Firth, Helena Bonham Carter, Geoffrey Rysh, Michael Gambon, Guy Pearce, Derek Jacobi, Timothy Spall, Jennifer Ehle, Eve Best, Claire Bloom. 

 
Es complicado hablar de películas sobre las que todo parece ya dicho. Y es que los múltiples premios cosechados por la cinta de Hooper hablan por sí solos: cuatro Oscars (película, director, actor protagonista, para Firth, y guión original) y otras ocho nominaciones (actor de reparto, para Rush, actriz de reparto, para Bonham Carter, montaje, fotografía, banda sonora, sonido, vestuario y diseño de producción). Así, por ejemplo, resultaría de lo más obvio destacar el trabajo de su trío protagonista, aunque resulta inevitable quitarse el sombrero ante tanto talento, sobre todo ante un Colin Firth que logra su mejor interpretación. Aunque a mi ya me había conquistado un año antes con su precisa y minuciosa labor en Un hombre soltero (A Single Man). 
 

 
Firth da vida al rey Jorge VI, quien a petición de su mujer (Helena Bonham Carter), y no sin ciertas reticencias, acude a la consulta de un logopeda (Geoffrey Rush) para que le ayude a luchar contra su tartamudeo. Una historia pequeña en apariencia pero más que resultona en resultados.
 
 
 
Por llevar un poco la contraria, voy a dejar de lado sus muchas virtudes (sus ya mencionadas interpretaciones, sus diálogos, su vestuario, sus decorados, su bellamente desgastada fotografía…) y pasaré a comentar que El discurso del rey peca de solemne y deja nulo margen a cualquier tipo de improvisación y/o sorpresa. Es a la vez sobria (una sobria producción británica; ¡ahí es nada!) y ligera (es más anecdótica que otra cosa; no es precisamente un exhaustivo biopic dedicado a la figura de Jorge VI). Obviamente son males menores para un trabajo que logró conquistar tanto a crítica como a público. 
 
Lo mejor: Su trío protagonista. 
 
Lo peor: Es un trabajo demasiado cuadriculado/calculado. 
 
Puntuación: 7/10.

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