lunes, 30 de mayo de 2016

X-Men: Apocalipsis

Título original: X-Men: Apocalypse. Año: 2016. País: Estados Unidos. Género: Acción, Ciencia-Ficción. Director: Bryan Singer. Guionistas: Bryan Singer, Simon Kinberg, Dan Harris y Michael Dougherty. Intérpretes: James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence, Oscar Isaac, Rose Byrne, Nicholas Hoult, Evan Peters, Sophie Turner, Tye Sheridan, Lucas Till, Ben Hardy, Alexandra Shipp, Kodi Smnit-McPhee, Josh Helman, Olivia Munn, Lana Condor, Ally Sheedy, Hugh Jackman.

Terceras partes (de los X-Men) nunca fueron buenas. Ése podría ser el titular. Aunque tampoco hay que ser tan extremista. Es cierto que esta entrega es ciertamente inferior a las dos anteriores: X-Men: Primera generación (X-Men: First Class) y X-Men: Días del futuro pasado (X-Men: Days of Future Past), pero también es cierto que es mejor que X-Men: La decisión final (X-Men: The Last Stand), la película que cerraba la primera trilogía de películas protagonizadas por los mutantes de Marvel.


X-Men: Apocalipsis viene a demostrar que ni siquiera Bryan Singer (quien ha señalado que ha realizado la película “sólo” para el público, tal vez molesto por las críticas negativas que estaba recibiendo) es infalible (aunque ya lo había demostrado rodando la insustancial Superman Returns). Pero el trabajo de dirección no es el mayor de los problemas a los que se enfrenta la cinta. Dicho deshonor recae en un guión más enfocado en la acción y menos en el desarrollo de la historia y de los personajes. Algo imperdonable si tenemos en cuenta que aquí hacen su primera aparición (al menos en estas precuelas) personajes tan populares como Jean Grey (Sansa Stark Sophie Turner) o Tormenta (Alexandra Shipp). Tampoco ayuda el excesivo protagonismo de Mística (Jennifer Lawrence) o alguna aparición especial agradecida pero metida con calzador (sí, sabéis de quién estoy hablando).


Uno espera mucho más de una película así. Sobre todo si tenemos en cuenta que debería ser el broche de oro de una trilogía compuesta por dos entregas cuasi memorables. Eso es lo que más hiere, que X-Men: Apocalipsis no sea un título más potente, que no nos ofrezca un final digno. Que nos deje, en definitiva, un tanto chafados. Pero ojo, que no estamos ante una mala película. Simplemente no cumple con las expectativas. Y eso, sobre todo tras la oleada de títulos memorables protagonizados por otros personajes de la compañía, hace que la decepción sea mayor de lo que debiera.

Lo mejor: Quicksilver (Evan Peters) al rescate.

Lo peor: Que no esté a la altura de las circunstancias.

Puntuación: 5,5/10.

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