Título original: Spider-Man: Homecoming. Año: 2017. País: Estados Unidos. Género: Acción, Ciencia-Ficción. Director: Jon Watts. Guionistas:
John Francis Daley y Jonathan Goldstein (adaptando las historias de los
personajes creados por Stan Lee y Steve Ditko). Intérpretes: Tom Holland, Robert Downey Jr.,
Michael Keaton, Marisa Tomei, Zendaya, Jon Favreau, Tony Revolori, Kaura
Harrier, Angourie Rice, Michael Barbieri, Donald Glover, Martin Starr, Bokeem
Woodbine, Stan Lee.
El nuevo Spider-Man
(interpretado por Tom Holland, dignísimo sucesor de Tobey Maguire, protagonista
de la trilogía dirigida por Sam Raimi, y Andrew Garfield, quien se encargó de
encarnar al personaje en dos películas que a servidor no le terminaron de gustar:
The Amazing Spider-Man y su secuela;
tampoco me entusiasmó la
tercera de Raimi, que conste) fue una de las más agradables sorpresas que
nos deparó la ya de por sí interesante Capitán
América: Civil War (Captain America: Civil War). Ahora, y con varias
semanas de retraso (consecuencia de la huelga de dobladores), nos llega su
primera película como héroe titular. Lo acompaña, eso sí, Iron Man (Robert
Downey Jr.) como su particular tutor; decisión que ha causado ciertas
tiranteces entre parte del fandom al
considerar que su inclusión eclipsa a nuestro joven hombre araña en el que
debía ser su primer gran vehículo estelar. Yo no; a mí me encantan este tipo de
colaboraciones. Sirva como perfecto ejemplo (con permiso del que nos ocupa) la participación
de La Viuda Negra (Scarlett Johansson) en Capitán
América: El Soldado de Invierno (Captain America: The Winter Soldier).
A Holland (uno de
los hijos de Naomi Watts en Lo imposible,
la película de catástrofes con alma dirigida por J.A. Bayona) lo secundan
actores de renombre, como Marisa Tomei o Michael Keaton. Este último interpreta
al malo de la función (El Buitre), pero muchos aficionados lo recordarán en el
bando contrario (dio vida al mismísimo Batman en los largometrajes dirigidos
por Tim Burton) o, más recientemente, por la pseudo-fantástica Birdman.
A Tomei la conocemos (al menos el que esto escribe) por haber actuado en
infinidad de producciones; El
luchador (The Wrestler), Crazy,
Stupid, Love o Los
idus de marzo (The Ides of March) son algunas de ellas. También por
haber obtenido uno de los Oscars más cuestionados de la historia: el
correspondiente a mejor actriz de reparto por Mi primo Vinny (My Cousin Vinny), premio que le arrebató a actrices
de la talla de Judy Davis, Joan Plowright, Vanessa Redgrave o Miranda
Richardson (ninguna de ellas americana, por cierto). Señalar que la (claramente
machista; y luego nos extraña que las actrices de más edad se quejen de lo
mucho que las maltrata la industria cinematográfica) decisión de otorgarle el
papel de tía May nos ha regalado toda una colección de memes que se hicieron
eco (con mucha sorna) de cómo el estudio rejuvenecía al personaje con cada nuevo
reseteo de la franquicia (75 años tenía Rosemary Harris cuando la interpretó
por primera vez a las órdenes de Raimi; 66 Sally Field cuando hizo lo propio en
The Amazing Spider-Man).
Se agradece, centrándonos
ya en esta nueva aventura del trepamuros, que no estemos ante otro reinicio de saga
al uso (han optado por no presentarnos nuevamente al personaje ni incidir en cómo
éste obtuvo sus superpoderes; y yo lo aplaudo). Peter Parker (aka Spider-Man), como he comentado al
principio, ya se dejó caer por Civil War,
y lo que Homecoming nos ofrece es
una puesta al día (nacida de la unión de Marvel
Studios y Sony, casa propietaria
de los derechos cinematográficos del personaje y de otros tan queridos, y
denostados por el séptimo arte, como Los 4 fantásticos) de sus inicios como
héroe de acción sin pasar por todo el trámite de mostrar sus orígenes. La
película cumple. Y lo hace con creces. No entraría en mi lista de mejores cintas
de superhéroes nacidas al amparo de la factoría Marvel, pero es amena, Holland se desenvuelve bien (es mucho mejor
Parker que, por ejemplo, el ya nombrado Andrew Garfield) y contiene varios de esos
momentos/guiños que los fans tanto adoramos.
Lo mejor: No tiene nada que
envidiar a las dos primeras cintas dirigidas por Raimi.
Lo peor: La cantidad de spoilers
que nos hemos comido debido a lo tarde que se ha estrenado por estos lares.
Puntuación: 6,5/10.
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