El informe pelícano

Título original: The Pelican Brief. Año: 1993. País: Estados Unidos. Género: Intriga. Director: Alan J. Pakula. Guionista: Alan J. Pakula (adaptando una novela de John Grisham).  Intérpretes: Julia Roberts, Denzel Washington, Sam Shepard, John Heard, Tony Goldwyn, John Lithgow, James B. Sikking, Stanley Tucci, Jake Weber, Robert Culp, Cynthia Nixon.

El informe pelícano es una entretenida intriga que se beneficia de la presencia de dos actores tan solventes como carismáticos: Julia Roberts (Pretty Woman), de regreso al trabajo tras un breve paréntesis interrumpido únicamente por su participación, en forma de cameo y acompañada de Bruce Willis, en El juego de Hollywood (The Player), la ácida comedia de Robert Altman, y Denzel Washington (Training Day). Amigos (me refiero a, claro, Roberts y Washington) en la vida real y cuyas dotes y buen hacer conjunto traspasan la pantalla (y los espectadores salimos beneficiados). ¡Y eso que durante la primera hora de película no comparten escena alguna!

 

Roberts da vida a Darby Shaw, una estudiante de derecho que descubre, casi por casualidad, una conspiración de proporciones épicas. Gray Grantham (Denzel Washington, en un papel pensado para un actor blanco porque así estaba descrito en el libro que se adapta), un ávido periodista, se encargará de salvaguardar la integridad de la joven y ayudarla en su complicada tarea. Los secundan John Lithgow, cuya extensa carrera incluye dos nominaciones a los Oscar, por El mundo según Garp (The World According to Garp) y La fuerza del cariño (Terms of Endearment); Stanley Tucci, nominado por The Lovely Bones; Sam Shepard, nominado por Elegidos para la gloria (The Right Stuff); y Tony Goldwyn, el malo de la empalagosa Ghost. La película está escrita (adaptando una novela del prolífico John Grisham; uno de los autores preferidos de Hollywood a tenor de la enorme cantidad de trabajos suyos que han conocido versión cinematográfica) y dirigida por Alan J. Pakula: Todos los hombres del presidente (All the President’s Men), La decisión de Sophie (Sophie’s Choice), Presunto inocente (Pressumed Innocent).

Puede que lo más llamativo de esta película sea su famosa pareja protagonista, pero igualmente interesante resulta la labor llevada a cabo por su director, quien ejecuta con eficacia tanto las escenas de acción como las más puramente dramáticas (aunque sean las primeras las que acaben teniendo más relevancia; no en vano estamos ante una cinta en la que predominan las persecuciones). Y, aunque es cierto que, tal y como sucede en el 99,99% de las películas del género, buena parte de las resoluciones están un tanto cogidas por los pelos (por ejemplo: el personaje de Roberts descubre, en una de las escenas más recordadas, y sin saberse muy bien cómo, que hay una bomba en el coche que están a punto de arrancar), ello no evita que considere que estamos ante un thriller de lo más entretenido; además, ha envejecido la mar de bien. Para servidor: más que suficiente.

Lo mejor: Su pareja protagonista.

Lo peor: Su excesiva (e innecesaria) duración.

Puntuación: 6/10.