miércoles, 5 de julio de 2017

Conan el bárbaro

Título original: Conan the Barbarian. Año: 2011. País: Estados Unidos. Género: Acción, Aventuras, Fantasía. Director: Marcus Nispel. Guionistas: Thomas Dean Donnelly y Joshua Oppenheimer (adaptando una historia con los personajes creados por Robert E. Howard). Intérpretes: Jason Momoa, Rachel Nichols, Stephen Lang, Rose Mcgowan, Ron Perlman, Bob Sapp, Leo Howard, Saïd Taghmaoui, Steve O’Donnell, Raad Rawi, Nonso Anozie, Milton Welsh.

Schwarzenegger (quien justo a principios de ese año, 2011, daba por finalizadas sus funciones como gobernador de California) le cede el turno a Jason Momoa, Khal Drogo en Juego de tronos (Games of Thrones) y Aquaman en las últimas aventuras superheróicas de DC para la gran pantalla, para que sea éste quien encarne al mítico Conan en esta nueva versión de las aventuras del bárbaro. La historia comienza con él naciendo en plena batalla, pero realmente toma rumbo cuando, ya más crecidito, decide vengar la muerte de su padre (Ron Perlman, Hellboy), a quien se parece como un huevo a una castaña, a manos del temible Khalar Zym (Stephen Lang, Avatar), quien ansía recolectar todos los pedazos de una máscara (¿Jojo’s Bizarre Adventure?) que lo convertirá en alguien prácticamente invencible.


Hay tantas críticas que hacerle a esta película que no sé ni por dónde empezar. Lo peor es su falta de cohesión (da la sensación de que nos encontramos ante un puzzle en el que las piezas han sido encajadas a base de golpes), nula dirección (Marcus Nispel nos da una de cal y mil de arena; siempre y cuando seas de los míos y tengas a bien pensar que a la arena le corresponde ser la parte negativa del refrán) o falta de carisma de su protagonista (pobre Momoa, con lo bien que lucía como amante bandido de mi querida Khaleesi). Los fans del personaje quedarán decepcionados; los demás simplemente nos habremos enfrentado a otra floja película de aventuras y fantasía.

Lo mejor: La pelea, durante el último acto, con el bichejo de enormes tentáculos y, por encima de todo, el look imposible que luce Rose McGowan, la que fuera sustituta de Shannen Doherty en la teleserie Embrujadas (Charmed).

Lo peor: Hace buenas a las películas de Schwarzenegger. Sí, incluso a Conan, el destructor (Conan the Destroyer).

Puntuación: 3/10.

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