miércoles, 2 de agosto de 2017

Baby Driver

Título original: Baby Driver. Año: 2017. País: Reino Unido. Género: Acción, Musical (que conste que no estamos ante un musical propiamente dicho, pero la música juega un papel fundamental en la historia). Director: Edward Wright. Guionista: Edward Wright. Intérpretes: Ansel Elgort, Lily James, Kevin Spacey, Jon Hamm, Jamie Foxx, Eiza González, Jon Bernthal, Flea, Lanny Joon, CJ Jones, Sky Ferreira, Lance Palmer, Hudson Meek.

Baby Driver, el nuevo largometraje de Edward Wright, director de Zombies Party (Shaun of the Dead) o Scott Pilgrim contra el mundo (Scott Pilgrim vs. the World), se ha convertido, sin hacer (al menos a priori) mucho ruido, en uno de los estrenos más potentes de lo que llevamos de año, poniendo de acuerdo a crítica y público (resulta relativamente fácil vaticinar que su andadura taquillera americana terminará alcanzando los 100 millones de dólares; nada mal si tenemos en cuenta que su presupuesto rondó los 34).

 
La historia, eso sí, no es la más original del mundo: joven problemático, interpretado por Ansel Elgort, al que hemos visto en la lacrimógena Bajo la misma estrella (The Fault in Our Stars), acaba trabajando para un mafioso (Kevin Spacey, cuya peculiar, y cómica, manera de hablar puede que te acabe sacando de quicio), decidido beneficiarse de su buen hacer al volante. Pero todo cambia (o empieza a cambiar) cuando conoce a una camarera (Lily James) de la que se enamora perdidamente. Jamie Foxx (como un peligroso psicópata) y la (melosa/sexy) pareja formada por Jon Hamm (Mad Men) y Eiza González completan el reparto. Reparto en el que también tienen cabida los músicos Flea (Red Hot Chili Peppers) y Sky Ferreira (quien interpreta a la fallecida madre de nuestro protagonista y, de paso, hace suya una de las versiones con que cuenta la banda sonora: la bella Easy).

 
La película de Wright me recordó mucho a otro de los grandes filmes de “robos y atracos” recientes: Drive. Ambas pueden presumir, además, de contener los mejores inicios que servidor haya visto en mucho (muchísimo) tiempo. Wright denota pulso al filmar las numerosas escenas de acción; también un gusto musical exquisito. Lástima que los diálogos se le resistan y resulten redundantes y, a veces (sólo a veces), un poco tontos. Nimiedades para una película que se disfruta de principio a fin y que cuenta con un reparto ajustado y certero y con un desenlace menos previsible de lo que uno pudiese augurar. Tal vez no sea esa gran obra cinematográfica que algunos han creído ver (o puede que mis altas expectativas hayan jugado en su contra), pero no seré yo quien le reste méritos a un trabajo cuyos éxitos se antojan bien merecidos. Tampoco quien critique (como he oído hacer a más de uno públicamente) lo estereotipados que están los personajes femeninos (la infeliz madre fallecida, la novia dulce o la ladrona sexy y un tanto machista), porque, ¿acaso no lo están (aunque sea un poco) también los masculinos (el mafioso controlador, el ladrón torpe, el pendenciero…)? Una cosa sí está clara: estamos ante la película más cool del año.

Lo mejor: Su impacto visual y sonoro (por su notabilísima banda sonora, no por sus diálogos).

Lo peor: Parte de los diálogos o el poco sentido que tiene el devenir de algunos personajes (el de Kevin Spacey, por ejemplo).

Puntuación: 7/10.

No hay comentarios:

Publicar un comentario