Título original: Embrace of the Vampire. Año:
1995. País: Estados Unidos. Género: Terror, Romance, Erótico. Directora: Anne Goursaud. Guionistas: Halle
Eaton, Nicole Coady y Rick Bitzelberger. Intérpretes:
Alyssa Milano, Martin Kemp, Jennifer Tilly, Rebecca Ferratti, Harold Pruett,
Rachel True, Jordan Ladd, Charlotte Lewis.
El largometraje de
Goursaud vendría a ser una versión barata, bastarda y contemporánea del Drácula
escrito por Bram Stoker. Y es que la trama nos narra la obsesión de un vampiro
(Martin Kemp, actor que ha participado en más de 300 capítulos de la longeva soap opera inglesa EastEnders) por una virginal joven llamada Charlotte (Alyssa
Milano), quien le recuerda a un amor del pasado. Poco a poco el vampiro la irá
pervirtiendo, al mismo tiempo que la aleja de su comprensivo novio (Harold Pruett). A Kemp y Milano, actriz televisiva que ha trabajado en series como ¿Quién es el jefe? (Who’s the Boss?), Melrose Place o Embrujadas (Charmed), los acompañan Jennifer Tilly, nominada al
Oscar por Balas sobre Broadway (Bullets
Over Broadway) y voz (y cuerpo) de la novia de Chucky (sí, el muñeco diabólico);
Rachel True, una de las chicas de Jóvenes y brujas (The Craft), protagonista
femenina de Nowhere (en la que
también participaba, por cierto, Jordan Ladd) y vista más recientemente en
producciones de género para la tele, como Lago
de sangre: El ataque de las lampreas asesinas (Blood Lake: Attack of the
Killer Lampreys) o varias de las secuelas de ese desparrame casposo titulado Sharknado; y Charlotte Lewis, la chica
exótica (y poco más) de El chico de oro
(The Golden Boy) o El peso de la
corrupción (Storyville).
La película roza el desastre más absoluto (¡menuda sorpresa!); sus escenas se alargan hasta la extenuación (algo lógico teniendo en cuenta que su trama no da para mucho), los intérpretes son de segunda (Milano no convence; ni en su faceta virginal ni en la de zorrón desbocado), su erotismo resulta tosco (y chabacano) y la banda sonora va a su pedo (demasiado épica y romántica para una historia que no es ni lo uno ni lo otro). Se podría decir que estamos, simplemente, ante
Lo mejor: Las actrices
secundarias.
Lo peor: Algunos (la inmensa
mayoría) de sus momentos supuestamente cumbre (el escarceo lésbico de la
protagonista, la secuencia de la orgía, los ataques del vampiro, su desenlace)
acaban provocando más bochorno (o indiferencia) que otra cosa.
Puntuación: 2/10.
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