Título original: Black
Swan. Año: 2004. País: Estados Unidos. Género: Drama, Intriga. Director: Darren Aronofsky.
Guionistas: John McLaughlin, Mark Heyman y Andres Heinz. Intérpretes:
Natalie Portman, Mila Kunis, Vincent Cassel, Winona Ryder, Barbara Hershey.
Interesantísimo descenso a los
infiernos de la mente en el que la actriz Natalie Portman da vida a Nina, una
joven cuya existencia se reduce al baile y a su obsesión por protagonizar la
nueva representación de su compañía. Su entorno, incluida su agobiante madre
(Barbara Hershey), una nueva compañera (Mila Kunis), el director de la compañía
(Vincent Cassel) o la antigua estrella de ésta (Winona Ryder) tampoco parece
ofrecer la estabilidad que nuestra protagonista necesita.
Cisne negro guarda ciertas semejanzas con otra de las películas de Aronofsky: El luchador (The Wrestler). Es más, se podría decir que son distintas caras de una misma moneda, lo cual no deja de tener cierta gracia si tenemos en cuenta que en una se practica ballet y en la otra lucha libre…
Es cierto que el guión encierra muchos tópicos (la dureza del ballet, la
rivalidad entre compañeras, la severa rigidez impuesta por el director de turno…),
pero Aronofsky los sortea con arte gracias a su talento para introducirnos en
tan claustrofóbico universo con impecable maestría. También convendría destacar
la notable labor de los intérpretes (Portman borda el que, a día de hoy, es su
mejor papel y Kunis sorprende; mientras que Hershey y Ryder, a pesar de sus
breves intervenciones, sobrecogen cada vez que hacen acto de presencia).
Asfixiante, perturbadora, desasosegante, hipnótica, rocambolesca… Cisne negro es un torbellino de
emociones, una película que te atrapa y te mantiene en tensión de principio a
fin, es cine en estado puro, tan visceral y fascinante como auténtico.
Lo mejor: Natalie
Portman.
Lo peor: Que haya
gente a la que no le guste.
Calificación: 9/10.
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