martes, 3 de marzo de 2015

Into the Woods

Título original: Into the Woods. Año: 2014. País: Estados Unidos. Género: Musical, Drama, Fantasía. Director: Rob Marshall. Guionista: James Lapine (adaptando el musical creado por él y Stephen Sondheim). Intérpretes: Anna Kendrick, Emily Blunt, James Corden, Daniel Huttlestone, Meryl Streep, Tracey Ullman, Johnny Depp, Chris Pine, Christine Baranski, Lucy Punch, Tammy Blanchard, Mackenzie Mauzy, Billy Magnussen.

Con Into the Woods se confirma me teoría: Meryl Streep podría protagonizar el próximo anuncio de Tena Lady (o, en su defecto, de cualquiera de esos productos lácteos ideales para ir al baño con regularidad) y sería automáticamente nominada al Oscar. Sólo así se explica que la actriz (a la que no resto méritos, que quede claro) haya sido nominada a dicho galardón por trabajos como la simplemente correcta El diablo viste de Prada (The Devil Wears Prada) o la cinta que nos ocupa.


Cinta que es la adaptación a la gran pantalla de un musical de Broadway en el que se daban cita varios de los personajes creados por los hermanos Grimm (Cenicienta, Caperucita Roja, Rapunzel y Jack, el de las judías mágicas), cuyas historias se van entrelazando una y otra vez. Rob Marshall, en cuya filmografía hallamos otros musicales, como Chicago o Nine, se encuentra tras las cámaras.


Dejando de lado lo mucho que me espanta la demencial nominación de Doña Streep (¿no había actrices a las que tener en consideración? Seriously?) por encarnar a la bruja de la historia, he de decir que me esperaba otra cosa de Into the Woods. Está bien que las historias mantengan el tono oscuro y hasta un tanto cruel que le dieron los hermanos Grimm, pero la trama se alarga innecesariamente y las repetitivas canciones acabaron por agotar mi (poca) paciencia. Y sí, el reparto es espectacular, aunque los actores simplemente cumplen con su cometido. Decepcionante.

Lo mejor: La gracia de unir varios cuentos archipopulares en una historia coral un tanto macabra (está bien que se hayan respetado cosas como el que las hermanastras de Cenicienta, a la que interpreta Anna Kendrick, se corten los pies para que les quepa el zapato de ésta). También diría que la ambientación, pero sus pocos decorados se repiten una y otra vez (es lo que tiene el adaptar una obra teatral y querer ser demasiado fiel).

Lo peor: Las canciones. Repetitivas, cansinas y aburridas.

Puntuación: 4/10.

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