Título original: The Visit. Año:
2015. País: Estados Unidos. Género: Intriga, Terror. Director: M. Night Shyamalan. Guionista: M. Night Shyamalan. Intérpretes: Olivia DeJonge, Ed
Oxenbould, Deanna Dunagan, Peter McRobbie, Kathryn Hahn.
¡Qué pereza me daba enfrentarme a
otro trabajo de M. Night Shyamalan (y mira que Wayward Pines, su reciente aventura televisiva, no me había
disgustado)! ¡Y encima era otra cinta de género rodada cámara en mano estilo
falso documental (yo pensaba que el found
footage ya no daba más de sí, que había perecido por mediocre sobreexposición)!
La historia es bien sencilla: una
madre soltera (Kathryn Hahn) que no se habla desde hace años con sus padres (Deanna
Dunagan y Peter McRobbie) decide aceptar que sus dos hijos (Olivia DeJonge y Ed
Oxenbould) los conozcan pasando una semana con ellos. Pero tan idílica estampa
pronto se ve empañada por el extraño comportamiento de los ancianos. Comportamiento
del que seremos testigos en primerísima persona, ya que nuestros pequeños protagonistas
deciden filmar tan poco entrañable encuentro.
Parte del éxito de La visita radica en su simpleza (tal
vez sería más correcto decir sencillez, pero prefiero quedarme con la palabra
simpleza). Que nadie se dedique a buscarle tres pies al gato (cosa a la que nos
ha malacostumbrado el director) o no disfrutará de este trabajo. El resto:
actores correctos y desconocidos (a excepción de Kathryn Hahn, que es una de
esas actrices que nos suenan de haberla visto en mil y una películas sin recordar
qué papel jugaba en ellas), una puesta en escena tan mareante como cabría
esperar y un desenlace que te hace fruncir el ceño pero al que hay que
reconocerle mucha coherencia.
Lo mejor: Que logre “resucitar” (costó unos cinco millones de
dólares y recaudó más de 25 sólo en su estreno estadounidense) un subgénero que
andaba de capa caída.
Lo peor: Cierta (un tanto injusta, debo apostillar) sensación final
de decepción.
Puntuación: 5,5/10.
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