Título original: Sorority Row. Año: 2009. País: Estados Unidos. Género: Terror. Director:
Stewart Hendler. Guionistas: Josh
Stolberg y Pete Goldfinger. Intérpretes:
Briana Evigan, Rumer Willis, Jamie Chung, Leah Pipes, Margo Harshman, Julian
Morris, Matt Lanter, Carrie Fisher, Audrina Patridge.
Como buen aficionado al cine de
terror adolescente que soy, y no me cuesta nada admitirlo, no podía dejar pasar
por alto un trabajo como Hermandad de
sangre. La película contiene, como no podía ser de otro modo, todos los tópicos
del género: un guión que no se sostiene por ningún lado, desnudos gratuitos y
un reparto lleno de caras guapas y conocidas. Hablando del elenco: las
actuaciones son de todo menos buenas, especialmente las llevadas a cabo por
unas ridículas Rumer Willis (verla interpretar resulta casi doloroso) y Audrina
Patridge (¿qué esperar de alguien que se ha hecho famosa gracias a un reality como The Hills?).
Hermandad de sangre, remake de Siete mujeres atrapadas (The House on Sorority Row), podría ser considerada algo así como la hermana bastarda de Sé lo que hicisteis el último verano (I Know What You Did Last Summer). Aunque tal vez sería más correcto definirla como una extraña mezcla entre la película protagonizada por Jennifer Love Hewitt y Caramelo asesino (Jawbreaker), ya que ambas comparten un argumento con muchas similitudes. La que nos ocupa tiene como protagonistas a cinco chicas (capitaneadas por Briana Evigan) que tras matar accidentalmente a una de sus compañeras de hermandad (Audrina Patridge) comienzan a ser acosadas por un misterioso tipo que pretende acabar con todas ellas.
En realidad este trabajo no ofrece nada nuevo (creo que ya lo he dicho, pero no está de más repetirlo): mezcla el típico terror de sobresaltos con unas pequeñas dosis de cine gore y alguna muerte llamativa (véase la escena del jacuzzi). Estamos ante un producto que sólo disfrutaremos los muy fans del (sub)género, ya que ni la breve aparición de Carrie Fisher (como la supervisora de la residencia) consigue insuflar algo de vida a una película que se ve seriamente perjudicada por un devenir tan delirante como ridículo. Además llegó con unos diez años de retraso (lo ideal hubiese sido realizarla a finales de los 90, cuando el slasher volvió a ponerse de moda gracias a Scream y compañía).
Hermandad de sangre, remake de Siete mujeres atrapadas (The House on Sorority Row), podría ser considerada algo así como la hermana bastarda de Sé lo que hicisteis el último verano (I Know What You Did Last Summer). Aunque tal vez sería más correcto definirla como una extraña mezcla entre la película protagonizada por Jennifer Love Hewitt y Caramelo asesino (Jawbreaker), ya que ambas comparten un argumento con muchas similitudes. La que nos ocupa tiene como protagonistas a cinco chicas (capitaneadas por Briana Evigan) que tras matar accidentalmente a una de sus compañeras de hermandad (Audrina Patridge) comienzan a ser acosadas por un misterioso tipo que pretende acabar con todas ellas.
En realidad este trabajo no ofrece nada nuevo (creo que ya lo he dicho, pero no está de más repetirlo): mezcla el típico terror de sobresaltos con unas pequeñas dosis de cine gore y alguna muerte llamativa (véase la escena del jacuzzi). Estamos ante un producto que sólo disfrutaremos los muy fans del (sub)género, ya que ni la breve aparición de Carrie Fisher (como la supervisora de la residencia) consigue insuflar algo de vida a una película que se ve seriamente perjudicada por un devenir tan delirante como ridículo. Además llegó con unos diez años de retraso (lo ideal hubiese sido realizarla a finales de los 90, cuando el slasher volvió a ponerse de moda gracias a Scream y compañía).
Lo mejor: Es una golosina (un tanto amarga, eso sí) para los fans
de este tipo de cintas.
Lo peor: Llegó demasiado tarde.
Puntuación: 5/10.
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