Título original: Le fabuleux
destin d’Amélie Pulain. Año: 2001. País: Francia. Género: Comedia, Drama, Romance, Fantasía. Director: Jean-Pierre Jeunet. Guionistas:
Jean-Pierre Jeunet y Guillaume Laurant. Intérpretes:
Audrey Tatou, Mathieu Kassovitz, Rufus, Serge Merlin, Lorella Cravotta,
Dominique Pinon, Jamel Debbouze, Claure Maurier, Clotilde Mollet, Isabelle
Nanty, Yolande Moreau, Artus de Penguern.
Amelie es una de mis película
favoritas (desde ya lo digo); una estupenda fábula, mezcla de comedia, drama y
romance, en la que todos los talentos implicados lo bordan obteniendo de la
suma de todos ellos uno de los trabajos más bonitos que servidor haya visto (y
sí, sé que estamos ante una película que suma buena cantidad de detractores;
¡insensatos!).
Me resulta harto
complicado destacar una sola cosa de esta película. Es por ello que no voy a
hacerlo. Voy a alabarlo todo, desde su, muy bien contraído guión (hilvanado con
precisión; puede que peque, por momentos, de edulcorado, pero a servidor eso,
al menos en esta ocasión, no le molesta en absoluto) hasta la notable labor de
su realizador (cuyos preciosos planos imposibles encajan a la perfección con el
tono de la cinta), pasando por su exquisita fotografía (dando la sensación de
cuento de hadas), por su inolvidable banda sonora y, claro, por unos actores
entregadísimos (y perfectos en cada uno de sus roles). A destacar una Audrey
Tautou que parece nacida para encarnar a nuestra maravillosa protagonista.
También la cantidad de escenas divertidas/entrañables con que cuenta la cinta
(véase cómo Amelie se venga del tendero o hace que fotografíen al gnomo de su
padre viajando por todo el mundo para desesperación de éste).
Pero, ¿sobre qué
trata Amelie? Pues, resumiéndolo muy
mucho, diría que estamos ante una película protagonizada por una joven de
desbordante imaginación (aquí todo parece posible: los cuadros cobran vida, las
figuras “viajan” por el mundo, los tenderos tediosos reciben su merecido y
hasta tenemos a un tipo, interpretado por Mathieu Kassovitz, que colecciona
fotos desechadas del fotomatón) cuyo mayor objetivo parece ser alegrar la vida
de la gente que la rodea (convirtiéndose, de paso, en una suerte de justiciera
social). Y sí, todo en Amelie es tan
increíble como maravilloso. Como maravillosa es esta pequeña joya filmada por
Jean-Pierre Jeunet. Una película mágica. Una película con muchísimo encanto. Una
película que nunca me canso de recomendar (y alabar; aunque creo que eso ha
quedado bien claro).
Lo mejor: El trabajo de todos
los implicados.
Lo peor: Cierto tono edulcorado
no apto para “amargavidas”.
Puntuación: 9/10.
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