Título original: Confessions of a Teenage Drama Queen.
Año: 2004. País: Estados Unidos.
Género: Comedia. Directora: Sara Sugarman. Guionista: Gail Parent (adaptando un
libro de Dyan Sheldon). Intérpretes: Lindsay Lohan, Alison Pill, Adam
Garcia, Glenne Headly, Megan Fox, Carol Kane, Tom McManus, Richard Fitzpatrick.
Lindsay Lohan,
antes de convertirse en la apestada de Hollywood, pasar día sí día no en los
juzgados o posar para Playboy
(imitando de paso a su admiradísima Marilyn Monroe), y Megan Fox, quien todavía
no se había convertido en el sex symbol de moda gracias a su participación en Transformers
(de cuya tercera parte fue bochornosamente despedida tras una declaraciones
poco afortunadas en las que no dejaba en muy buen lugar a Michael Bay, director
de tan rentable saga), son archienemigas en esta comedia juvenil tan insustancial
como aburrida.
La primera da vida a una joven entusiasta que sueña con poder acudir al último
concierto de su grupo favorito; concierto al que la segunda, gracias a ciertos
contactos, sí que podrá ir. Las desventuras de nuestra protagonista, y de su
mejor amiga (Alison Pill), por acudir al mismo centran la trama de esta cinta
destinada al público juvenil (bueno, más bien infantil). El resto es mejor que
no se molesten en verla. De nada.
Lo mejor: Que este tipo de subproductos
ahora sean carne del Disney Channel
y no de los cines.
Lo peor: No aporta nada al (sub)género.
Menuda sorpresa, ¿verdad?
Puntuación: 2/10.
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