Título
original: Paranormal Activity. Año:
2007. País: Estados Unidos. Género:
Terror. Director:
Oren Peli. Guionista: Oren
Peli. Intérpretes:
Katie Featherston, Micah Sloat, Ambert Armstrong, Mark Fredrichs,
Randy McDowell, Ashley Palmer, Tim Piper.
Hay películas a las que
precede una gran campaña publicitaria, tan millonaria o más que su
presupuesto, sin embargo, aquí nos encontramos con una pequeña
(diminuta más bien) peliculilla casi amateur que se abrió paso en
la cartera gracias (sobre todo inicialmente) al boca-oreja. Vamos,
que nos encontramos ante una nueva El proyecto de la bruja de
Blair (The Blair Witch Project), y ahí radica su mayor, y
escaso, encanto, ya que sus cualidades cinematográficas son
prácticamente inexistentes.
La historia es bien sencilla: una
pareja (Micah Sloat y Katie Featherston) comienza a sentir una
presencia en su hogar. Dispuestos a investigar el suceso, compran una
cámara y dejan que la misma grabe lo que sucede en su dormitorio
durante la noche. Así seremos testigos, en primerísima persona, de
los sucesos paranormales que dominan la estancia. Si a ello sumamos
la infancia traumática de su protagonista femenina, el terror está
(ejem) servido…
Yo no me atrevería a alabar la supuesta originalidad de esta Paranormal Activity (¿acaso no conocen el precedente antes citado?), pero ése no es su mayor defecto, sino el supino aburrimiento que produce (o que al menos produjo en servidor). Me parece perfecto que en su afán por provocar el miedo más primario nos trasladen al dormitorio, un lugar común en el que se producen las pesadillas. Muy buena idea, pero es sólo eso: una buena idea. A partir de dicha mencionada idea, y tras ser testigos de varios sucesos (ruidos, una puerta que se mueve sola…), la historia se vuelve tediosa y repetitiva, y la pareja cada vez más irritante. Mi aburrimiento llegó a tal punto que, en lugar de aterrorizarme por lo que sucedía en pantalla, acabé prestando más atención a la magnífica casa en la que habita nuestra pareja protagonista (¿cuánto ha de costar?; ¿se lo pueden permitir si sólo trabaja él?...). ¡Menuda decepción! ¡Menuda desilusión!
Lo mejor: Ver
cómo, con pocos medios, y sin estrellas encabezando su reparto, se
logra crear una franquicia de éxito.
Lo peor: Me
aburrió soberanamente.
Puntuación: 2/10.
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