Título original: Nuovo Cinema
Paradiso. Año: 1988. País: Italia. Género:
Drama. Director:
Giuseppe Tornatore. Guionista:
Giuseppe Tornatore. Intérpretes:
Philipe Noiret, Jacques Perrin, Salvatore Cascio, Agnese Nano,
Brigitte Fosey, Marco Leonardi, Antonella Attiu, Enzo Cannavale, Isa
Danieli.
La historia de amistad
que se establece entre Alfredo (Philippe Noiret), el proyeccionista
del único cine del pueblo, y un niño, Salvatore "Totò"
(Salvatore Cascio), es el eje central de esta bella película. Así,
a lo largo de la misma somos testigos de cómo Alfredo enseña su
oficio al muchacho, inculcándole su amor por el cine y, lo que es
más importante, ejerciendo de particular mentor.
Giuseppe
Tornatore dirige con sobria elegancia este largometraje que habla
sobre temas universales (la amistad, el amor, la madurez...). Y lo
hace desde un prisma esperanzador y optimista (por mucho que también
cuente, claro, con su buena ración de momentos puramente
dramáticos). Se podría decir que estamos ante una carta abierta de
amor y pasión hacia el séptimo arte (los guiños y homenajes son
varios y evidentísimos); carta que viene acompañada por unas
notables interpretaciones y una archifamosa (y maravillosa, de esas
que ponen la piel de gallina nada más empezar a sonar) banda sonora,
obra de Ennio Morricone.
Cinema Paradiso es un clásico; un trabajo inolvidable (como inolvidables son sus personajes, su historia o el omnipresente tema central de su banda sonora); una película que todo amante del cine debería ver (aunque seguro que ya ha visto). Nota: se hizo con multitud de premios, entre ellos el Oscar y el Bafta a mejor película de habla no inglesa o el gran premio del jurado en el Festival de Cannes. Curiosamente, no obtuvo el David di Donatello, el mayor galardón que otorga la cinematografía italiana. Dicho honor fue para La leyenda del santo bebedor (La leggenda del santo bevitore), protagonizada por Rutger Hauer.
Lo mejor: Su
emotividad.
Lo peor: Quizá
unos primeros minutos un tanto dubitativos. Eso o que su figura haya
quedado un tanto relegada por la llegada de otros dramas
bienintencionados italianos más recientes, pero inferiores (lo sé,
opinión impopular), como, por ejemplo, La vida es bella (La
vita è bella).
Puntuación: 8/10.
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