domingo, 2 de agosto de 2020

Donde viven los monstruos

Título original: Where the Wild Things Are. Año: 2009. País: Estados Unidos. Género: Aventuras, Fantasía. Director: Spike Jonze. Guionistas: Spike Jonze y Dave Eggers (adaptando el libro de Maurice Snedak). Intérpretes: Max Records, Catherine Keener, Mark Ruffalo, Pepita Emmerichs, Max Pfeifer, Joshua Jay, Ryan Corr, Madeleine Greaves, Steve Mouzakis.

El siempre impredecible Spike Jonze se atreve con un popular cuento infantil en esta historia de auto-descubrimiento en la que un niño, de nombre Max (Max Records), huye tras una pelea familiar, yendo a parar a una isla habitada por monstruos. Una vez allí se proclama rey del lugar, ante el júbilo de unos y el desdén de otros. Y es que ser rey en tan peculiar lugar le acarreará más de un quebradero de cabeza.


La historia es bien sencilla (nota: el cuento en el que se basa apenas tiene texto), y peca de tener unos personajes y situaciones poco desarrolladas (la parte central de la película resulta un poco monótona ya que da la sensación de no ir a ninguna parte), pero Donde viven los monstruos goza de una gran imaginativa: desde el diseño de personajes, mezcla de marioneta clásica y efectos especiales (mención especial para Douglas, con forma de ave, o Alexander, con forma de cabra), hasta los decorados, resaltando playa y bosque, con una bonita fotografía. Aunque de justicia resulta señalar que todo ello queda eclipsado por una asombrosa, y bellísima, banda sonora que casa a la perfección con el relato y que se descubre como lo mejor de la película.


Se podría decir que Donde viven los monstruos llega con la intención de convertirse en una especie de La historia interminable (The Neverending Story) para las nuevas generaciones. ¿Lo consigue? En realidad no, ya que la película de Fújur y compañía se ha convertido, con el paso del tiempo, en un mini-clásico que continúa adherido al imaginario (y al cariño) colectivo. Además, Donde viven los monstruos muestra, a pesar de ser la adaptación de un libro infantil (libro que, tras su publicación, fue tildado de oscuro e inapropiado; libro que, al igual que esta película, habla del lado menos amable de la infancia y, por ende, de los humanos: la violencia, la tristeza, los miedos...), un lado bastante ténebre, lo que la deja en medio de ningún lugar: demasiado oscura (¿y violenta?) para el público más infantil; demasiado infantil (los adultos apenas tienen hueco en esta historia protagonizada por un niño, Max Records es el único que tiene opción de lucirse pero cuya colección de gritos acaba espantándome un poco, y un buen puñado de monstruos), para el público de más edad.

Lo mejor: El diseño de personajes y la banda sonora.

Lo peor: Tanto griterío e histerismo puede llegar a saturar. Y mucho.

Puntuación: 6/10.

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