Título original:
Midnight Cowboy. Año: 1969. País: Estados Unidos.
Género: Drama. Director:
John Schlesinger. Guionista: Waldo
Salt (adaptando una novela de James Leo Herlihy). Intérpretes:
Dustin Hoffman, Jon Voight, Brenda Vaccaro, Sylvia Miles, John
McGiver, Ruth White, Bob Balaban, Barnard Hughes.
Joe (John Voight) es un
inocente pueblerino de pasado trágico (mostrado de forma magistral,
desde ya lo apunto) que viaja a Nueva York para convertirse en
gigoló. Una vez allí se dará cuenta de que los sueños son mucho
más difíciles de lograr de lo que pensaba y acabará compartiendo
piso, y casi vida, con un liante de poca monta llamado Rico (Dustin
Hoffman), quien, además, está gravemente enfermo.
Schlesinger
filma este duro retrato de dos perdedores con maestría; maestría
que se deja notar sobremanera en escenas como aquella en la que el
dúo acude a cierta "extraña" fiesta o por cómo están
filmadas las pesadillas que aluden al pasado de Joe y los sueños de
Rico de viajar a Florida. A pesar de su tono general, y aunque
comienza con cierta ligereza que se va perdiendo poco a poco, el
guión da varios respiros al espectador, introduciendo personajes
esperpénticos que rozan lo paródico y que suponen un oasis ante
tanto dramatismo. Eso sí, Cowboy de medianoche también
contiene (no todo va a ser tan positivo) varios momentos monótonos y
algo innecesarios durante su parte central y, ¡por qué no
reconocerlo!, un final demasiado precipitado.
¿Lo mejor de la película? Su pareja protagonista. Y no sólo por el interesantísimo contrapunto que suponen (¿acaban siendo algo más que amigos?), sino por las fantásticas interpretaciones, tanto de Voight como de Hoffman. Dichos intérpretes (ambos fueron nominados al Oscar), junto a la inolvidable canción de Harry Nilsson (la cual pone los pelos de punta cada vez que suena en pantalla), hacen de Cowboy de medianoche (y con permiso de un guión que, a pesar de ciertos altibajos, mantiene el tipo) un interesante título sobre los sueños, la ambición y la desesperanza. Nota: Cowboy de medianoche se hizo con tres premios Oscar (mejor película, mejor director y mejor guión).
Lo mejor: Su
pareja protagonista.
Lo peor: Cierto
desgaste a mitad de camino o su precipitado, pero imperdible,
desenlace.
Puntuación: 7/10.
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