Título original: National Lampoon’s Animal House. Año: 1978. País: Estados Unidos. Género: Comedia. Director: John Landis. Guionistas: Harold Ramis, Douglas Kennedy y Chris Miller. Intérpretes: Tim Matheson, John Belushi, Tom Hulce, Bruce McGill, Karen Allen, Peter Riegert, John Vernon, Verna Bloom, Donald Sutehrland, Stephen Furst, Mark Metcalf, James Daughton, Kevin Bacon.
El mayor valor de
Desmadre a la americana es haber sentado las bases del
subgénero de la comedia estudiantil gamberra. Su influencia es clara
en títulos como La revancha de los novatos (Revenge of the
Nerds) o Una
conejita en el campus (The House Bunny), por poner un
par de ejemplos separados en el tiempo. Así, esta película nos
cuenta las desventuras de los integrantes de la fraternidad Delta, la
más desastrosa y alocada del campus, enemigos acérrimos de los
pijos de Omega y siempre en el punto de mira del decano (John
Vernon), quien sueña con expulsarlos.
Desmadre a la
americana recurre a la sucesión de situaciones cómicas. La
mayoría de ellas se centran en los ritos de iniciación, las fiestas
organizadas en la hermandad Delta o las venganzas de estos para con
la hermandad Omega, e incluye, vamos a decirlo también, algunos
(leves) toques románticos y desnudos de por medio. Eso sí, se
vuelve repetitiva hasta su desenlace; desenlace en el que guionistas
y director despliegan todas sus armas cómicas de
acumulación.
Dichas armas cómicas encuentran su vórtice en
el personaje del malogrado John Belushi, quien sobresale y termina
convirtiéndose en el más recordado/recordable (sin parecerme su
interpretación especialmente memorable, como tampoco lo son las del
resto de sus compañeros; señalar, como curiosidad, la presencia, en
breves papeles, de los actores Kevin Bacon y Donald Sutherland, cuya
participación, reducida a prácticamente 3 escenitas, fue una
imposición de la productora para dar lustre al casting) de esta
Desmadre a la americana; película cuyo guión, escrito por,
entre otros, Harold Ramis, director y guionista de Atrapado en el
tiempo (Groundhog Day), sufre de diversos altibajos que se
mantienen durante todo su metraje y con un humor no siempre bien
empleado (en ocasiones de lo más desafortunado: al devenir de cierto
caballo me remito). Desmadre a la americana,
en definitiva, resulta entretenida por momentos, pero un tanto
desigual en su resultado final. Nota: costó 3 millones de dólares y
acabó recaudando, a nivel mundial, más de 141.
Lo mejor: Creó escuela (para bien o para mal). ¿Quién no recuerda, o conoce, la famosa fiesta de la toga?
Lo peor: Su humor. Muchas veces fallido y que, considero, ha envejecido ciertamente mal.
Puntuación: 4,5/10.
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