Título
original: Evita. Año:
1996. País: Estados Unidos. Género:
Musical, Drama. Director:
Alan Parker. Guionistas: Alan
Parker y Oliver Stone (adaptando la obra de Tim Rice). Intérpretes:
Madonna, Antonio Banderas, Jonathan Pryce, Jimmy Nail, Victoria Sus,
Julian Littman, Peter Polycarpou, Adrià Collado.
No descubro nada nuevo si
afirmo que Madonna no está especialmente dotada para la
interpretación. Eso sí, no se puede negar que la cantante le pone
ganas. Y aunque su filmografía está compuesta, básicamente, por
desastres de considerable envergadura, también incluye algunos
trabajos salvables, como por ejemplo la comedia Buscando a Susan
desesperadamente (Desperately Seeking Susan) o el musical que nos
ocupa, en el cual se dejó la piel, ofreciendo la que es, con
diferencia, su mejor interpretación a día de hoy.
Esta Evita
(dirigida por Alan Parker, con guión de Parker y de ¡Oliver Stone!,
adaptación del musical de Broadway con la música del mitiquérrimo
Sir Andrew Lloyd Webber) nos relata, a través de un narrador algo
cínico (Antonio Banderas, luciendo voz y no tanto carisma), la vida
de Evita Duarte (Madonna, quien se hizo con el Globo de Oro aunque
posteriormente sería ninguneada, en la categoría interpretativa, en
los Oscars) desde sus inicios, y posterior matrimonio con Juan Perón
(Jonathan Pryce, cuya presencia resulta incluso más insustancial que
la de Banderas), futuro presidente de Argentina, hasta su prematura
muerte.
Evita es un espectáculo de primer orden en el
que destacan los decorados, el vestuario (llegó a arrebatarle a
Cleopatra, la cinta protagonizada por Elizabeth Taylor, el título de
película con más cambios de ropa), la fotografía y, por supuesto,
su muy reconocible banda sonora. El otro gran punto de interés
radica en la labor de su famosa protagonista, quien se luce tanto a
nivel interpretativo (en un papel que le va como anillo al dedo) como
vocal (sus clases con una profesora de canto dieron excelentes
frutos, eso es así). De todas maneras, un recorte en su duración
hubiese sido perfecto para agilizar tan densa biografía; biografñia
que apuntaba a convertirse en la cinta de la temporada para quedarse
un poco en medio de ninguna parte (se hizo con el Oscar a mejor
canción y obtuvo otras cuatro nominaciones: montaje, sonido,
dirección artística y fotografía).
Lo mejor: Madonna.
Lo peor: Es
un poco triste que la película causase más revuelo por la
implicación de Madonna que por la contradictoria figura (tan amada
como odiada) a la que ésta dio vida. Puede que la culpa sea de un
libreto que se muestra temeroso a la hora de abordar los pasajes más
polémicos de su protagonista.
Puntuación: 6,5/10.
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