martes, 1 de febrero de 2022

Quédate a mi lado

Título original: Stepmom. Año: 1998. País: Estados Unidos. Género: Drama. Director: Chris Columbus. Guionistas: Jessi Nelson, Steven Rogers, Karen Leigh Hopkins, Gigi Levangie y Ronald Bass. Intérpretes: Julia Roberts, Susan Sarandon, Ed Harris, Jena Malone, Liam Aiken, Plinny Porter, Lynn Whitfield, Darrell Larson. 
 
Quédate a mi lado tiene la ventaja de contar con un excelente grupo de actores (Roberts, Sarandon y Harris) que la redimen de convertirse en otro melodrama al uso, de esos que pueblan los mediodías festivos de las parrillas televisivas. La historia se centra en la improbable (y forzada, por lo menos al principio) amistad que traban Isabel (Julia Roberts) y Jackie (Susan Sarandon, nominada al Globo de Oro por su labor aquí), pareja y ex-mujer, respectivamente, de Luke (Ed Harris). Más todavía cuando a Jackie se le detecta una enfermedad y ve en Isabel una influencia positiva para sus (insufribles) hijos (Jena Malone y Liam Aiken).
 
 
Lucha y superación; enfermedad y momentos difíciles. Nada nuevo, en realidad. Quédate a mi lado se debate entre el drama romántico (las escenas entre Harris y Roberts) y el melodrama lacrimógeno (el tema de la enfermad, claro). Si bien, y siendo justo, me veo en la necesidad de indicar que nunca trata de ser muy manipuladora, aunque en ocasiones se le escape cierta vena susceptible a ello (véase el uso de la canción Ain't No Mountain High Enough).
 

 
La dirección de Columbus, director de las dos primeras entregas de las aventuras fílmicas de Harry Potter, es tan eficiente como correcta e impersonal (si exceptuamos alguna escena como aquella en la que la cámara gira sobre Isabel tras la pérdida momentánea del hijo de Jackie). Es decir, lo habitual en la filmografía del cineasta. Para colmo sufre de una (a todas luces) excesiva duración (más de doras que, desde luego, se notan como si fuesen incluso algo más). Así pues, el mayor aliciente de la película es, sin duda alguna, el cara a cara entre Roberts y Sarandon, dos actrices fantásticas cuyo talento es muy superior al del material con el que han de trabajar en esta ocasión. 
 
Lo mejor: Su trío interpretativo adulto. 
 
Lo peor: Es impersonal y su duración, a todas luces, excesiva. 
 
Puntuación: 5,5/10.

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