Título
original: Man’s Favorite Sport? Año:
1964. País: Estados Unidos. Género:
Comedia, Romance. Director:
Howard Hawks. Guionistas: Steve
McNeil y John Fenton Murray. Intérpretes:
Rock Hudson, Paula Prentiss, John McGiver, Maria Perschy, Charlene
Holt, Roscoe Karns, Norman Alden, Regis Toomey.
Divertida comedia de
enredo en la que Rock Hudson (en un papel rechazado por Cary Grant,
quien, por su edad, no se veía formando pareja con Prentiss) da vida
a Roger Willoughby, uno de los mejores vendedores de productos
deportivos, especializado en enseres para la pesca. Pero Roger tiene
engañados a todos, ya que, aunque parezca lo contrario (incluso ha
escrito un libro sobre ello), no tiene ni idea de pesca. Sus mentiras
se complican cuando Abigail (Paula Prentiss, casi 13 años menor que
Hudson) le inscribe en una importante, e inminente, competición.
Huelga señalar que también tendrá que enfrentarse a sus
desavenencias con Abigail, culpable de ponerle entre la espada y la
pared; ante una situación que amenaza con aniquilar su prestigio y
llevarse por delante su puesto de trabajo.
Dotada de un humor
visual muy bien desarrollado, y de unos gags casi caricaturescos
(sirva como ejemplo la escena del oso montando en moto), Su juego
favorito es una nueva muestra del talento de Hudson para la
comedia romántica. Si bien, en esta ocasión la película es más
cómica que romántica. El actor vuelve a brillar, interpretando aquí
a un hombre que de cara a la galería se muestra seguro y triunfador
pero que realmente está lleno de inseguridades y torpezas. El resto
del reparto también cumple con creces, incluida Paula Prentiss,
quien tiene que dar continuamente la réplica a Hudson y cuyo papel
no resultan tan amable/agradable (¡y eso que interpreta a un timo de
persona!) como el de éste.
Howard Hawks, Oscar honorífico en
1975, demostraba nuevamente, suyas son Sólo los ángeles tienen
alas (Only Angels Have Wings), Los caballeros las prefieren
rubias (Gentlemen Prefer Blondes), Río Bravo (Rio Bravo)
o ¡Hatari! (Hatari!), su buen hacer. Y lo hacía mostrándose
especialmente dotado para llevar a buen puerto todos los enredos en
los que nuestro protagonista se ve involucrado, muy a su pesar
(véanse los problemas con las cremalleras o, claro, durante el
torneo de pesca). Su juego favorito adolece de una duración
excesiva (muy poquitas comedias soportan que su metraje supere las
dos horas); duración que, eso sí, nunca llega a pesar demasiado. Su
juego favorito es un divertimento tan ameno e ingenuo como
encantador y vitalista.
Lo mejor: Un
Rock Hudson en puro estado de gracia y que derrocha carisma por los
cuatro costados.
Lo peor: Su
duración (¡y eso que inicialmente era incluso mayor!). Por decir
algo y sin que ello sea algo que perdujique en demasía al conjunto.
Puntuación: 8/10.
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