Título
original: Citizen Kane. Año:
1941. País: Estados Unidos. Género:
Drama. Director:
Orson Welles. Guionistas: Orson
Welles y Herman J. Mankiewicz. Intérpretes:
Orson Welles, Josep Cotton, Everett Sloane, Dorothy Comingore, Ray
Collins, George Couloris, Ray Collins. Ruth Warrick, Agnes Moorehead.
Rusebud
es la última palabra que sale de la boca de un importante y
reconocido hombre de negocios (Orson Welles) antes de morir. La misma
será motivo de investigación por parte de varios periodistas,
quienes entrevistarán a varios de sus conocidos desgranando así la
peculiar existencia de tan variopinto personaje.
Clásico
cinematográfico, siempre presente y en lugar preferente en cualquier
lista que enumere lo mejor del séptimo arte; Orson Welles creó una
obra sólida, tanto en su dirección (véase, por ejemplo, una escena
aparentemente tan simple como la que tiene lugar en la biblioteca,
gracias a la eficacia de Welles y apoyada en el interesantísimo uso
de claroscuros) como sobre todo por un estupendo guión, el cual nos
narra la vida de Charles Foster Kane a través de terceras personas
de manera terriblemente inteligente y muy novedosa (así como su
capacidad de generar varias lecturas) para la época, ni el paso del
tiempo ha conseguido enturbiar eso, permaneciendo como uno de sus
grandes logros. Tan sólo se ve lastrada por unos primeros minutos
que no hacen justicia al resto de metraje.
Dejando de lado
sus evidentes virtudes cinematográficas, convendría también
indicar que su mayor logro y por lo que pasó a la historia (y lo que
más me interesa de ella) fue gracias al cambio que supuso en la
forma tanto de ver como de realización, se podría decir que
Ciudadano Kane supuso para el cine un cambio equivalente al
paso (técnicamente hablando) del cine mudo al sonoro, del blanco y
negro al color o la revolución de las tres dimensiones… y lo que
nos depare el futuro. Sólo por ello su visionado se torna obligado
para cualquier amante del cine.
Lo mejor: Es
uno de esos clásicos al que cualquier aficionado al séptimo arte
debería acercarse.
Lo peor: Orson
Welles es mejor director que actor (por decir algo).
Puntuación: 8,5/10.
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