Título
original: Raging Bull. Año:
1980. País: Estados Unidos. Género:
Drama. Director:
Martin Scorsese. Guionistas: Mapul
Schrader y Mardik Martin. Intérpretes:
Robert De Niro, Cathy Moriarty, Joe Pesci, Frank Vincent, Nicholas
Colasanto, Theresa Saldana, Mario Gallo, Frank Adonis, John Turturro.
Toro salvaje es un
brutal y magnífico drama deportivo que nace en pleno apogeo
artístico tanto de su director como de su actor principal (de ahí
que la labor llevada a cabo por ambos sólo pueda ser catalogada de
excelente). Robert De Niro da vida a Jake La Motta, un boxeador que
ansía hacerse con el título de campeón en pesos medios y cuyo
mayor handicap es su fuerte (y enfermizo) temperamento.
La
película de Martin Scorsese podría haberse llamado Auge y caída
de una estrella del boxeo, ya que eso es lo que nos muestra este
trabajo en el que la vida profesional y personal de un airado
luchador se tambalea del mismo modo que lo haría alguien que está a
punto de ser vencido en el cuadrilátero.
Scorsese abordando cada una de las peleas, las interpretaciones (especialmente las de Robert De Niro y Joe Pesci, quien da vida al hermano y mánager del primero), la presencia hipnótica de Cathy Moriarty, la historia (aunque al último acto se le podría haber sacado más jugo) o la preciosa fotografía en blanco y negro; son algunos de los muchos puntos de interés de la película. Toro salvaje es una obra de gran calado; un trabajo imprescindible; de seguro mi película favorita de Scorsese (y sí, claro, eso son palabras muy mayores). Nota: obtuvo dos premios Oscar (actor, para De Niro, y montaje) y fue nominada a otros seis (película, director, actor de reparto, para Pesci, actriz de reparto, para Moriarty, fotografía y sonido).
Lo mejor: Destacan
por encima del resto las escenas más rudas, es decir, cada uno de
los combates, la pelea que protagoniza el personaje de Pesci en el
Copacabana (atención a cuando golpea a su adversario con la puerta
de un coche) o cuando éste es apaleado por su propio hermano, hecho
que, inevitablemente, acaba distanciándolos (y sirve como punto de
inflexión).
Lo peor: Un último
acto que, por decir algo, es ligeramente inferior si lo comparamos
con lo visto hasta ese momento.
Puntuación: 9/10.
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