martes, 28 de febrero de 2023

Toro salvaje

Título original: Raging Bull. Año: 1980. País: Estados Unidos. Género: Drama. Director: Martin Scorsese. Guionistas: Mapul Schrader y Mardik Martin. Intérpretes: Robert De Niro, Cathy Moriarty, Joe Pesci, Frank Vincent, Nicholas Colasanto, Theresa Saldana, Mario Gallo, Frank Adonis, John Turturro. 
 
Toro salvaje es un brutal y magnífico drama deportivo que nace en pleno apogeo artístico tanto de su director como de su actor principal (de ahí que la labor llevada a cabo por ambos sólo pueda ser catalogada de excelente). Robert De Niro da vida a Jake La Motta, un boxeador que ansía hacerse con el título de campeón en pesos medios y cuyo mayor handicap es su fuerte (y enfermizo) temperamento.
 
 
La película de Martin Scorsese podría haberse llamado Auge y caída de una estrella del boxeo, ya que eso es lo que nos muestra este trabajo en el que la vida profesional y personal de un airado luchador se tambalea del mismo modo que lo haría alguien que está a punto de ser vencido en el cuadrilátero. 

Scorsese abordando cada una de las peleas, las interpretaciones (especialmente las de Robert De Niro y Joe Pesci, quien da vida al hermano y mánager del primero), la presencia hipnótica de Cathy Moriarty, la historia (aunque al último acto se le podría haber sacado más jugo) o la preciosa fotografía en blanco y negro; son algunos de los muchos puntos de interés de la película. Toro salvaje es una obra de gran calado; un trabajo imprescindible; de seguro mi película favorita de Scorsese (y sí, claro, eso son palabras muy mayores). Nota: obtuvo dos premios Oscar (actor, para De Niro, y montaje) y fue nominada a otros seis (película, director, actor de reparto, para Pesci, actriz de reparto, para Moriarty, fotografía y sonido).

 
Lo mejor: Destacan por encima del resto las escenas más rudas, es decir, cada uno de los combates, la pelea que protagoniza el personaje de Pesci en el Copacabana (atención a cuando golpea a su adversario con la puerta de un coche) o cuando éste es apaleado por su propio hermano, hecho que, inevitablemente, acaba distanciándolos (y sirve como punto de inflexión). 
 
Lo peor: Un último acto que, por decir algo, es ligeramente inferior si lo comparamos con lo visto hasta ese momento. 
 
Puntuación: 9/10.

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