Título original:
Blackthorn. Año: 2011. País: España. Género:
Western. Director:
Mateo Gil. Guionista: Miguel
Barros. Intérpretes:
Sam Shepard, Eduardo Noriega, Stephen Rea, Nikolaj Coster-Waldau,
Magaly Silier, Dominique McElligott, Christian Mercado, Padraic
Delaney.
Nuestra cinematografía
no es muy dada a depende qué tipo de géneros. Por ello resulta
especialmente chocante que Mateo Gil, mano derecha de Amenábar y
director de, por ejemplo, Nadie conoce a nadie, se embarcara
en un proyecto como el que nos ocupa: un western cuasi crepuscular en
el que Sham Shepard interpreta a Butch Cassidy y cuyo guión juguetea
con la posibilidad de que éste no hubiese fallecido en Bolivia.
El
resultado no es espectacular, pero sí más que interesante. Y lo es
por la correctísima labor de Shepard (no tanto de un Eduardo Noriega
ciertamente despistado, por decirlo dde manera altamente suave), por
sus localizaciones y por su un tanto inesperado giro final. A
destacar: todo lo que tiene que ver con su apartado técnico. A
olvidar: que sea infinitamente más destacable a nivel técnico que
artístico (se nota fría y aséptica; carente de alma). Nota: se
hizo con cuatro premios Goya (fotografía, direccion de producción,
dirección artística y diseño de vestuario) y obtuvo otras siete
nominaciones (película, dirección, guión original, montaje, música
original, paquillaje y peluquería y sonido).
Lo mejor: Es una
rareza dentro de nuestra filmografía.
Lo peor: Se queda
en tierra de nadie.
Puntuación:
5,5/10.
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