Título
original: Control. Año:
2007. País: Reino Unido. Género:
Drama. Director:
Anton Corbijn. Guionista: Matt
Greenhalgh (adaptando el libro de Deborah Curtis). Intérpretes:
Sam Riley, Samantha Morton, Craig Parkinson, Alexandra Maria Lara,
Joe Anderson, Toby Kebbell, James Anthony Pearson, Harry Treadaway.
Sam Riley tuvo la difícil
misión de interpretar en este biopic a Ian Curtis, artista de corta
pero intensa vida y líder de Joy Division, banda de culto a medio
camino entre el rock (con letras, por lo general, más bien tristes y
oscuras) y el punk. La película nos narra la carrera musical de
Curtis, haciendo especial hincapié en su temprano enlace con Debbie
(Samantha Morton) y en su relación extramarital con Annik (Alexandra
Maria Lara).
Control se basa en las memorias de la que
fuera mujer de Curtis y supone el debut cinematográfico de Anton
Corbijn, quien ya había trabajado como fotógrafo y director de
videoclips. Dicha experiencia previa se deja notar en el resultado
final. Y es que la película funciona mejor a nivel visual que
narrativo, ya que goza de un acabado excepcional, gracias tanto a la
labor de dirección como al impresionante trabajo de fotografía (en
un blanco y negro bellísimo), mientras que su trama, sin estar mal
resuelta, parece avanzar (véanse los primeros minutos) a
trompicones.
Las interpretaciones son más que correctas,
destacando las realizadas por Morton y Riley. Resulta especialmente
lograda la de este último, quien podía haberse valido de
maniqueísmos varios para dar vida a su personaje y, sin embargo, no
lo hace en ningún momento, ni siquiera cuando ejecuta los excesos
del cantante sobre el escenario (bailando cual epiléptico,
enfermedad que padecía). Se agradece que esta biografía no caiga en
tópicos como mitificar a su protagonista, idealizar sus logros o
dulcificar los sucesos, algo que, desgraciadamente, es muy habitual
en este tipo de producciones.
Lo mejor: No
es el típico biopic “ensalzador”.
Lo peor: Para
aquellos (fans o no) que conozcan un poco la historia de Curtis la
película quizás no les cuente nada nuevo (ni siquiera en lo
referente a su suicidio), pero sí que gozarán de la maravillosa
(como no podía ser de otro modo) banda sonora y de momentos
francamente logrados, sirva como ejemplo la escena en la que Ian se
sincera con Debbie y le dice que ya no la quiere, todo ello mientras
suena Love Will Tear Us Apart
(mi canción favorita del grupo).
Puntuación: 7/10.
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