viernes, 2 de febrero de 2024

Persépolis

Título original: Persepolis. Año: 2007. País: Francia. Género: Drama, Comedia, Animación. Directores: Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud. Guionistas: Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud (adaptando el comic de la primera). 
 
Basada en la autobiográfica novela gráfica de Marjane Satrape (también directora junto a Vincent Paronnaud de la película) lo primero que llama la atención de Persépolis es su dibujo (absolutamente fiel al material original), de apariencia simple pero (más que) funcional y francamente encantador; muy alejado del resto de películas más interesadas en resultar visualmente atractivas... y poco más. Y es que, claro, Persépolis es un trabajo muy especial e interesante.
 
 
Marjane se nos presenta como una observadora niña; nacida al amparo de una familia liberal, que nos mostrará, a través de finísima mirada, la dureza de nacer en Irán (concretamente en Teherán), un país de estricta moral y nula permisividad durante los años en los que los fundamentalistas llegan al poder. Tratando espinosos temas con frescura y conmovedora naturalidad, sin caer en ningún momento en sentimentalismos banales. Así, vemos a Marjane revelarse contra profesoras o ciudadanas de arcaicas mentalidades y contra todos aquellos que tratan de imponer sus ideales. Tras marchar a estudiar a Viena se abrirá ante ella un horizonte de nuevas ideas y vivencias que la harán madurar hasta elegir el tipo de vida que quiere llevar y tener que decidir si regresar finalmente a su hogar (a pesar de todo).
 
 
No cabe duda de que su historia es lo más interesante de la película, pero también convendría hacer hincapié en su estupenda banda sonora, preciosa en el uso de violes y pianos y que funciona como perfecto acompañamiento. Resultan especialmente impactantes capítulos como aquel en el que la protagonista compra cintas de música (de Bee Gees a Iron Maiden) de forma clandestina o la manera en que se asombra al encontrar en uno de los supermercados de Viena todos los productos que ya no llegan a Irán. Igualmente memorables son todos sus encuentros con su abuela, su voz de la conciencia particular... pero de viperina lengua. Persépolis es una pequeña joya de la animación; más estimulante y auténtica que muchas producciones de imagen real o que otras cintas de animación más llamativas pero huecas. 
 
Lo mejor: Es una obra mayúscula; imprescindible. 
 
Lo peor: Que su animación, estando yo (muy) a favor, pueda espantar a más de uno. 
 
Puntuación: 9/10.

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