martes, 13 de octubre de 2015

Boys Don’t Cry

Título original: Boys Don’t Cry. Año: 1999. País: Estados Unidos. Género: Drama. Directora: Kimberly Peirce. Guionistas: Kimberly Peirce y Andy Bienen. Intérpretes: Hilary Swank, Chlöe Sevigny, Brendan Sexton III, Peter Sarsgaard, Alicia Goranson, Alison Folland, Rob Campbell, Matt McGrath, Jeanetta Arnette.

Hilary Swank ganó su primer (y merecidísimo) Oscar por esta película, en la cual encarna a un joven muchacho preso en el cuerpo de una mujer. Basada en una historia real, Boys Don’t Cry es un crudo drama que habla sobre la identidad y la aceptación (de uno mismo y de los demás), realizando un feroz retrato de la intransigencia y del miedo a lo diferente. 


La película nos introduce, de la mano de Swank y Sevigny (ambas excelentes y entregadas por completo a sus personajes), en un mundo marginal, de delincuencia, violencia y confusión sexual. Aunque la película es también (o, sobre todo) una atípica, pero no por ello menos eficaz, bella y conmovedora, historia de amor. La que nace entre nuestras dos protagonistas.


No. Boys Don’t Cry no es otra película de denuncia social. Se aleja de ello gracias a la puesta en escena de Peirce, quien consigue que nos involucremos sobremanera en las desdichas del personaje de Swank sin necesidad de caer en tópicos o en vacuos sentimentalismos. Es decir, lo hace sin dulcificar un relato que se presenta doloroso y que no puede (ni debe) mostrarse de otra manera. Mención especial merece su potente clímax final, un tour de force tan asfixiante como desalentador. En definitiva, estamos ante una película dura de necesidad que debería servir para remover conciencias.

Lo mejor: Swank, la historia y su abrupto desenlace.

Lo peor: Que en algunos momentos pueda resultar un tanto fría.

Puntuación: 8/10.

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