viernes, 20 de abril de 2018

Los extraños

Título original: The Strangers. Año: 2008. País: Estados Unidos. Género: Intriga, Terror. Director: Bryan Bertino. Guionista: Bryan Bertino. Intérpretes: Liv Tyler, Scott Speedman, Gemma Ward, Laura Margolis, Kip Weeks, Glenn Howerton.

Una pareja (Scott Speedman y Liv Tyler), una casa en medio de la nada y tres acosadores (Kip Weeks, Gemma Ward y Laura Margolis). Es todo lo que necesita Bryan Bertino (director y guionista) para crear una película de intriga (y terror) con la que mantenernos en continua tensión.

 
Speedman, popular gracias a la ñoña teleserie Felicity (basta recordar uno de sus mayores dramas: el no-tan-“radical” corte de pelo de Keri Russell, actriz que daba vida a la protagonista y a la que hemos podido ver más recientemente en otra serie de éxito, The Americans, durante la segunda temporada; tras ello buena parte de la audiencia se esfumó; la culpa la tuvo, seguramente, el canal que la emitía, ya que decidió cambiar su día de emisión, pero resulta mucho más divertido pensar que en realidad fue de tan dichoso cambio de look, ¿no?), y co-protagonista masculino de varias entregas de la franquicia Underworld (a mayor gloria de la siempre insípida Kate Beckinsale), y Tyler, Arwen en la trilogía de El señor de los anillos (The Lord of the Rings), y vista más recientemente (aunque de manera breve) en la serie de culto The Leftovers (cuya tercera, y última, temporada es toda una obra maestra y, sin duda alguna, lo mejor que se ha visto en televisión en mucho, mucho tiempo), son los protagonistas absolutos de la película y sobre ellos recae todo el peso dramático de la misma (y he de decir que salen muy bien parados de semejante responsabilidad, pero no nos adelantemos).

 
Rodada con maestría por Bryan Bertino (quien asegura que la historia está basada, al menos parcialmente, en una experiencia real que sufrió de pequeño: un extraño llamó a su puerta preguntando por alguien que no vivía allí; esa misma noche, y para más inri, las casas de varios vecinos fueron asaltadas), Los extraños comienza como un melodrama que se apoya en las interpretaciones de Speedman y Tyler (ambos, como ya he dejado caer un poco más arriba, excelentes) y desemboca en una de terror (tan pronto aparecen los extraños a los que alude el título a perturbar la no-demasiado-feliz vida de nuestros protas) con más sustos (Bertino se maneja bien en el género, domina el espacio-tiempo y juega con nosotros, manteniéndonos siempre alerta y/o en tensión) que escenas violentas/sanguinolentas (aunque haberlas, haylas; sin embargo, la cinta resulta más inquietante que truculenta). Además, que tenga a bien tomarse su tiempo para presentarnos a los dos personajes principales (algunos dirán que le cuesta arrancar) no sólo sirve para introducirnos en la historia (resulta que Speedman y Tyler dan vida a una pareja en crisis), sino que también nos ayuda a conectar con ellos y que seamos más proclives a sufrir con su poco esperanzador devenir. No revoluciona el género, ni tampoco lo reinventa, pero estamos ante una cinta estimable que, a pesar de algún que otro punto negativo (por ejemplo: que nuestros extraños parezcan gozar del don de aparecer y desaparecer casi a antojo), me ha entusiasmado más de lo esperado gracias al buen hacer de los implicados y a cómo me ha mantenido pegado a la pantalla (casi ni he parpadeado). Y sí, me he llevado más de un buen susto. Curiosidad: este 2018 se ha estrenado una tardía secuela, Los extraños: Cacería nocturna (The Stranger: Prey at Night), cuyo guión, obra de Bertino (y cuyo inicio enlazaba directamente con lo acontecido en la cinta que nos ocupa), fue reescrito (parece que despedazado) por Ben Ketai, co-creador de la serie Chosen.

Lo mejor: Cómo me mantuvo en tensión (gracias al buen hacer del director). También la labor de Tyler y Speedman (especialmente la de ella).

Lo peor: Lo poco que se ha prodigado Bertino tras esta estimable cinta.

Puntuación: 6/10.

No hay comentarios:

Publicar un comentario