Título original: Avengers: Infinity War. Año: 2018. País: Estados
Unidos. Género: Acción,
Ciencia-Ficción. Directores: Anthony
y Joe Russo. Guionistas: Christopher
Markys y Stephen McFeely (adaptando los cómics de Jim Starlin y Jack Kirby). Intérpretes:
Robert Downey Jr., Chris Evans, Scarlett Johansson, Chris Hemsworth, Mark
Ruffalo, Benedict Cumberbatch, Chadwick Boseman, Josh Brolin, Elizabeth Olsen, Tom
Holland, Sebastian Stan, Chris Pratt, Zoe Saldana, Anthony Mackie, Paul Bettany,
Tom Hiddleston, Don Cheadle, Peter Dinklage, Karen Gillan, Dave Bautista,
Bradley Cooper (sólo voz), Vin Diesel (sólo voz), Laetitia Wright, Danai
Gurira, Benicio Del Toro, Carrie Coon, Pom Klementieff, Gwyneth Paltrow, William Hurt, Idris
Elba, Cobie Smulders, Samuel L. Jackson, Stan Lee.
Vengadores: Infinity War ha sido vendida por la propia Marvel como el “crossover más importante de la historia”, frase que ha dado mucho
juego en las redes sociales, provocando sorna y memes (¡cientos!) a partes
iguales. Pero, seamos sinceros y reconozcamos la (gran) exactitud de semejante
aseveración. No en vano estamos ante una de las películas (¡y no sólo dentro
del marco superheroico, ojo!) más esperadas del año. Desde luego la más hypeada/hypeable de los últimos tiempos. Y no es para menos, ya que se
presenta como la culminación de varios años de éxitos del UCM. Toda una epopeya tan mastodóntica como su duración (¡150
minutos!) o su presupuesto, estimado en unos 300 millones de dólares, lo que
(de ser cierto) la convertía en la segunda película más cara de la historia,
sólo superada por Piratas del Caribe: En
el fin del mundo (Pirates of the Caribbean: At World’s End), y que reúne en
pantalla a algunos de los personajes más importantes/relevantes de la compañía
comiquera: Iron Man (Robert Downey Jr.), Capitán América (Chris Evans), Viuda
Negra (Scarlett Johansson), Hulk (Mark Ruffalo), Spider-Man (Tom Holland), Thor
(Chris Hemsworth), Dr.
Strange (Benedict Cumberbatch), Black Panther (Chadwick Boseman), Bruja
Escarlata (Elizabeth Olsen), Visión (Paul Bettany), Star-Lord (Chris Pratt), Gamora (Zoe Saldana), Falcon (Anthony Mackie), Máquina de Guerra (Don Cheadle)… ¡Más de 40 personajes (con cierta relevancia) desfilan
por pantalla! La misión: derrotar a Thanos
(Josh Brolin), a día de hoy el más poderoso de los enemigos a los que han
tenido que hacer frente los Vengadores y sus aliados. Pero, ¿quién es Thanos (aka el Titán loco)?
Creado por el artista Jim
Starlin, Thanos apareció por primera vez en 1973, concretamente en una
historieta de Iron Man. Nacido en Titán (el mayor de los satélites de Saturno),
las maléficas motivaciones que le han convertido en uno de los villanos más
populares de Marvel (y desde ya en
el mejor, el más interesante, imponente y tridimensional, que haya tenido el UCM; un UCM que hasta el momento no podía presumir de antagonistas tan
potentes como éste, para su desgracia y también la nuestra) pasan por (cual
Dios) liquidar a la mitad de la población de cada planeta. Starlin fue,
asimismo, el impulsor de varias de las aventuras espaciales más populares de la
compañía. Historias protagonizadas, claro, por el susodicho Thanos. Historias
como El Guantelete del Infinito (The
Infinity Gauntlet) o La Guerra del Infinito
(The Infinity War), las cuales han servido de base para dar cuerpo a la
película que nos ocupa, ya que su argumento (el de Vengadores: Infinity War, claro) se centra en el interés de este
supervillano (y de sus secuaces, entre ellos una Carrie Con a la que hemos
podido ver en la serie de culto The
Leftovers, donde asumió el principal rol femenino y cuyo visionado, sobre
todo el de una tercera, y última, temporada que sólo puede ser catalogada de
obra maestra, no puedo dejar de recomendar) por hacerse con las seis Gemas del Infinito (Gema del alma:
permite el control sobre las almas de vivos y muertos; Gema del espacio:
permite mover objetos y hacer que alguien exista en cualquier lugar; Gema del
poder: replica el poder y potencia el de las demás gemas; Gema de la realidad:
permite modificar la realidad a antojo; Gema del tiempo: controla pasado,
presente y futuro; Gema de la mente; permite acceder a la mente de los demás),
las cuales le otorgarían un poder inimaginable.
Infinity War cumple (¡y de sobra!) con las expectativas. Es una
película espectacular que nos mantienen pegados a la butaca durante su (más
que) extensa duración (podría haber durado el doble y ni me hubiese importado)
y en la que todo su reparto (extensísimo también) cuenta con sus pertinentes escenas
de lucimiento (unos, por ejemplo los Guardianes de la Galaxia, y en especial
Gamora, hijastra de Thanos, más que otros). Y es que la acción se desarrolla en
distintos escenarios (cada uno con su correspondiente grupo de héroes; los más
perjudicados, o los que menos pueden lucirse: el grupo capitaneado por Capitán
América y Viuda Negra, pero los Russo ya han declarado que los personajes que
menos se prodigan en ésta más lo harán en la siguiente), lo que provoca que el
interés no decaiga en casi ningún momento. Marvel
Studios cumple diez años, y nada mejor para celebrarlo que una cinta como Infinity War, verdadero broche de oro para
una década que ha visto crecer (y madurar) como nunca al cine de superhéroes.
Cine que no sólo ha logrado triunfar en taquilla, sino también entre la (siempre
reacia) crítica especializada. Todavía falta un año para que este grupo de
superhéroes regresen a nuestras pantallas (lo harán en una cuarta entrega de la
que todavía no conocemos ni su título) y la espera ya se nos está haciendo (al
menos a servidor) terriblemente larga.
Lo mejor: A pesar de su duración no se hace pesada, la interacción
entre los personajes (Thor con los Guardianes de la Galaxia por un lado,
Capitán América + Viuda Negra + Hulk + Black Panther + Soldado de Invierno + Falcon + Máquina de Guerra por
otro, etc; sin olvidarnos de la buena química mostrada entre Iron Man, Dr.
Strange y Spider-Man) y la (titánica) labor de los hermanos Russo, quienes se desenvuelven
como nadie (lo siento, Joss Whedon) en este tipo de propuestas. Infinity War es el más difícil todavía;
una película cuasi imposible que atrapa, emociona y no da tregua al espectador.
También la presencia de un Thanos presentado como el villano más importante del
UCM (¡ya era hora!). Mención especial merece la épica banda sonora, obra de Alan Silvestri (y que todavía retumba poderosamente en mi cabeza). Y sí, también
la genial escena post-créditos.
Lo peor: Abusa del humor. Y eso que soy de los que agradece la
comicidad exhibida por cintas tan criticadas por ello como Thor:
Ragnarok (de lejos la mejor de la trilogía protagonizada por el Dios
del Trueno). Lo desaprovechados que están Visión y Bruja Escarlata (y su relación). También que su (potente) desenlace haya sido vendido por muchos
críticos como tremendamente arriesgado cuando (a pesar de haberme gustado
mucho) en realidad tampoco lo es tanto (lo mismo ocurría, por ejemplo, con el
de Civil
War).
Puntuación: 8/10.
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