sábado, 15 de septiembre de 2018

American Horror Story: Apocalypse (Episodio Piloto)

Título original: American Horror Story: Apocalypse. Año: 2018. País: Estados Unidos. Género: Intriga, Terror, Ciencia-Ficción. Director: Bradley Buecker. Guionistas: Ryan Murphy y Brad Falchuk. Intérpretes: Sarah Paulson, Evan Peters, Kathy Bates, Leslie Grossman, Kyle Allen, Ash Santos, Billie Lourd, Adina Porter, Jeffrey Bowyer-Chapman, Chad James Buchanan, Billy Eichner, Dina Meyer, Travis Schuldt, Cody Fern.

American Horror Story, la antología creada por Ryan Murphy (American Crime Story) y Brad Falchuck (colaborador habitual de éste), nos ha ofrecido temporadas memorables (Asylum, la segunda), correctas (o más que correctas; la inmensa mayoría), regulares (Freak Show, la cuarta, por ejemplo) y otras un tanto más mediocres (Hotel, la quinta, es, de lejos, la que menos me ha gustado). Lo que no cambia son las ansias con las que esperamos cada nueva entrega (por mucho que me quejara el año pasado de la falta de hype con respecto al estreno de Cult, séptima temporada). La que nos ocupa, además, despierta (o debería) más expectación al tratarse de un crossover entre la primera (Murder House; es decir, la de la casa encantada) y la tercera (Coven; la de las brujas) temporada (si bien, y al menos de momento, no sabemos cómo encajaran los personajes de ambas en Apocalypse; el tono es, además, bastante distinto al visto en dichas temporadas). También porque contará con el (en teoría breve; ¿un único capítulo?) retorno de Jessica Lange, alma máter de la serie durante sus cuatro primeras entregas.

 
Hablemos un poco de la trama. De cómo el fin del mundo es inminente y sólo unos pocos privilegiados van a poder salvarse. Una pija heredera, Coco (Leslie Grossman), es una de esas “afortunadas”. También su ayudante (Billie Lourd), su estilista (Evan Peters) y la abuela de éste, Evie (una felizmente recuperada Joan Collins), una especie de ex–estrella de Hollywood. Estos tres últimos ocupando el lugar correspondiente a los familiares de Coco, quienes no gozaron del tiempo suficiente para poder sobrevivir. Todos ellos terminan en un lugar misterioso gobernado con puño de hierro por Wilhemina Venable (Sarah Paulson) y por la mano derecha de ésta (Kathy Bates). A dicho lugar también llegan dos jóvenes, Timothy (Kyle Allen) y Emily (Ash Santos), elegidos por su excepcional genética. ¿El problema?, ya no sólo que en dicho edificio se asignen roles de elegidos (conocidos como “púrpuras”) y criados (conocidos como “grises”), o que haya varias normas que no se han de quebrantar bajo ningún concepto (no salir al exterior o no mantener relaciones sexuales, por ejemplo), sino también que la comida es escasa. Tan escasa que sólo durará 18 meses. 18 meses que se cumplen al final de este primer capítulo, al mismo tiempo que otro misterioso (sí, todo es, al menos de momento, de lo más misterioso) personaje, Michael Langdon (Cody Fern), hace acto de presencia…

 
Apocalypse se presenta mostrando más preguntas que respuestas, algo habitual en American Horror Story. Sin embargo, esta primera toma de contacto me ha gustado más que las ofrecidas por las últimas temporadas, lo cual es, sin lugar a dudas, algo muy positivo. Como también lo es tener de vuelta a Bates y Paulson o, sobre todo, reunir para la causa a rostros nuevos (como los de Allen y Santos) con otros más veteranos, infrautilizados o directamente desaparecidos (como Collins, claro). Los primeros minutos son, además, tremendamente impactantes. La suma de todo ello hace que mi interés esté a niveles de 2013 (es decir, a cuando se estrenó Coven). Sí, Apocalypse tiene desde ya toda mi atención. Ahora sólo queda ver qué sorpresas nos depara la trama y cómo van introduciendo a todos esos personajes de las ya mencionadas Coven y Murder House. Ansioso me hallo.

Lo mejor: La introducción.

Lo peor: El desconocer hacia dónde van a ir los tiros. Este primer capítulo no nos da, como suele habitual, demasiadas pistas. Recordemos además que American Horror Story es famosa por esos giros argumentales tan retorcidos (a los de Roanoke, la sexta temporada, me remito). Pero, centrándonos ya en lo visto en este capítulo, lo que menos me ha gustado es esa escena en la que nuestros protagonistas acaban comiéndose a uno de sus compañeros (por mucho que el personaje de Paulson insista en que es pollo).

Puntuación: 7/10.

No hay comentarios:

Publicar un comentario